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El regreso imposible: el Camp Nou sigue sin licencia y el Barça, sin poder volver a casa
El esperado retorno de Barcelona al Spotify Camp Nou continúa retrasándose. Problemas de infraestructura y licencias mantienen al equipo jugando en Montjuïc, lejos de su histórico estadio, con consecuencias deportivas y económicas importantes.
Problemas de acceso y retrasos en las licencias
La vuelta al Spotify Camp Nou se ha convertido en uno de los grandes interrogantes que rodean a Barcelona durante esta temporada. Lo que en principio iba a ser un retorno progresivo a casa se ha visto obstaculizado por problemas en los accesos y la falta de permisos oficiales por parte del ayuntamiento, que ha preferido no correr riesgos con los aficionados y abonados.
El plan inicial, conocido como “fase 1A”, contemplaba la reapertura parcial del estadio para 27.000 espectadores, habilitando únicamente las zonas de Tribuna y Gol Sur. Sin embargo, al no contar con la licencia correspondiente, el club se vio obligado a regresar al Estadi Olímpic Lluís Companys, donde ya ha disputado varios encuentros, incluidos los duelos ante Valencia y Getafe.
Los técnicos municipales inspeccionaron la zona y concluyeron que las obras aún no estaban en condiciones de garantizar la seguridad necesaria. Esta decisión retrasó significativamente el cronograma del club catalán.
Barcelona apuesta por una reapertura más ambiciosa
En las últimas semanas, la directiva azulgrana ha cambiado de estrategia: en lugar de insistir con la fase 1A, ahora planea esperar a la “fase 1B”. Esta nueva etapa permitiría un aforo aproximado de 45.000 espectadores, al sumar la zona del Lateral a las ya previstas de Tribuna y Gol Sur.
Mientras tanto, los partidos ante Girona y Olympiacos, programados tras el parón internacional, también se jugarán en Montjuïc, donde la capacidad ronda los 50.000 espectadores. Desde el área financiera del club aseguran que los ingresos generados en el Estadi Olímpic con esa asistencia son similares a los que tendrían en el Camp Nou parcialmente abierto con 27.000 personas.
Por este motivo, Barcelona considera más beneficioso esperar a la fase 1B, que además permitiría incrementar la recaudación en el último tramo de 2025 y el inicio de 2026. Técnicos del ayuntamiento tienen previsto realizar nuevas visitas en los próximos días para evaluar los avances de las obras y determinar si se puede otorgar finalmente la licencia.
Una espera con impacto deportivo y económico
Aunque el equipo dirigido por Hansi Flick ha sabido adaptarse a jugar en Montjuïc, la ausencia del Spotify Camp Nou pesa en varios sentidos: afecta la conexión con la afición, limita la capacidad de ingresos por taquilla y retrasa el retorno a la normalidad de uno de los estadios más emblemáticos del fútbol mundial.
Por ahora, el regreso a casa sigue siendo un “regreso imposible”. La combinación de burocracia, obras en curso y objetivos económicos obliga a Barcelona a seguir esperando para volver a su estadio, un escenario que el club y sus hinchas anhelan con impaciencia.