El FC Barcelona atraviesa un nuevo contratiempo en su regreso al renovado Camp Nou. Según informó la cadena COPE, LaLiga rechazó la petición del club catalán de disputar la cuarta jornada frente al Valencia en Mestalla y organizar el duelo de vuelta en Cataluña. Con esta negativa, los blaugranas se quedan sin un plan alternativo claro y se enfrentan a la posibilidad de jugar el partido en casa, pero sin público en las gradas.

El calendario complica la reapertura del Camp Nou

El club había anunciado con orgullo que su estadio estaría listo a mediados de septiembre, después de un acuerdo con LaLiga que le permitió jugar las tres primeras jornadas fuera de casa. Sin embargo, el plazo parece haberse quedado corto. A tres semanas de la fecha límite, el Barcelona todavía no cuenta con todas las autorizaciones de seguridad necesarias para albergar partidos con público en el Camp Nou.

La opción de trasladar el duelo contra el Valencia a Mestalla fue rechazada por LaLiga, lo que deja a los dirigentes azulgranas contra las cuerdas. El regreso a Les Corts se complica y la presión aumenta conforme se acerca la jornada cuatro del campeonato.

Sin el Olímpic y con Montilivi como posible salvación

Las alternativas tampoco ayudan. El Estadi Olímpic Lluís Companys, utilizado por el equipo en las dos últimas temporadas, no está disponible, ya que acogerá un concierto de Post Malone el 12 de septiembre, justo un día antes del encuentro. El Johan Cruyff Stadium, con capacidad para solo 6.000 personas, no cumple los requisitos mínimos de LaLiga.

Ante esta situación, la prensa catalana ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que el equipo se traslade a Montilivi, el estadio del Girona, que estaría libre ese fin de semana mientras los de Míchel visitan al Celta de Vigo. Aun así, el escenario más temido sigue en pie: jugar sin público, algo que el propio club ha intentado evitar a toda costa.

Una reapertura que no llega

El Camp Nou, cuya remodelación completa está prevista para el verano de 2026, aún no reúne las condiciones necesarias para recibir aficionados. La falta de certificaciones de seguridad y los retrasos en la obra han generado un problema que pone en entredicho la planificación del club.

El Barcelona, vigente campeón de España, enfrenta así una carrera contrarreloj con pocas salidas. La afición esperaba con ansias el regreso al Camp Nou, pero el choque contra el Valencia podría terminar siendo un estreno amargo y en silencio, si no aparece una solución de último momento.