Lamine Yamal, un talento precoz que piensa como veterano

Con apenas 18 años, Lamine Yamal vive una realidad reservada para muy pocos: es el ’10’ del Barça, Balón de Plata y uno de los futbolistas más mediáticos del planeta. Su entrevista con CBS News en el programa 60 Minutes confirma lo que en Barcelona ya intuyen: no solo juega como un veterano… también habla como uno.

Entre todos los titulares que dejó, hubo uno que sacudió al barcelonismo:
“No quiero ser Messi y él lo sabe.”

Una declaración que mezcla respeto, ambición y personalidad. Un mensaje que, lejos de alejarlo de la sombra del argentino, perfila el camino que Lamine quiere construir: uno propio.

“Messi es el mejor de la historia, pero yo quiero seguir mi camino”

Durante la charla, Lamine mostró una madurez sorprendente al abordar la eterna comparación con Lionel Messi, un debate que le acompaña desde niño.

“Le respeto por lo que ha sido y por lo que es para el fútbol. Para mí es el mejor de la historia”, dijo.
“Pero ni yo quiero ser Messi, ni Messi quiere que yo sea él.”

La frase lo define: admiración absoluta, pero sin complejo de heredero.
No quiere reproducir una carrera ajena, no pretende cargar con el 10 “por tradición”, ni quiere jugar a ser una copia. Quiere ser Lamine Yamal, con su estilo y su historia.

Y esa convicción —esa claridad a los 18 años— explica por qué el Barça ve en él algo más que talento: ve liderazgo.

El fútbol como diversión… y como misión

Parte de su identidad deportiva también quedó expuesta en la entrevista. Lamine insistió en que su fútbol nace del disfrute, no de la obsesión por estadísticas:

“Juego para que la gente se divierta. No quiero hacer un millón de récords; quiero que los niños quieran ser como yo.”

Para el barcelonismo, su filosofía conecta directamente con la esencia histórica del club: jugar bien, emocionar, crear referentes. Y que el propio Lamine hable así en un escenario global como 60 Minutes no hace más que reforzar su figura de líder generacional.

Messi como inspiración… pero nunca como límite

Lamine reconoce que de pequeño se fijaba en los pases imposibles de Messi y en los exteriores de Modric. Pero insiste en que su evolución será única. No busca encajar en moldes ajenos, sino crear uno nuevo.

Para un Barça que vive en búsqueda constante de identidad, escuchar a su mayor joya decir que quiere ser él mismo —y no “el nuevo Messi”— es un mensaje que inspira esperanza.

Un futuro propio, una ambición enorme

Entre reflexiones sobre el Mundial, la Eurocopa, sus orígenes y su visión del juego, Lamine dejó claro que no le asusta el futuro: lo está diseñando a su manera.

Y para Barcelona, esa frase que dio la vuelta al mundo resume todo:

“No quiero ser Messi y él lo sabe.”

No es rebeldía. No es distancia. Es exactamente lo que el Barça necesitaba escuchar:

Lamine Yamal no quiere imitar una era… quiere empezar la suya.