Lamine Yamal ha irrumpido con fuerza en el panorama mundial, liderando al FC Barcelona en una temporada que podría pasar a la historia por un triplete nacional (Liga, Copa del Rey y Supercopa de España). A sus apenas 17 años, el joven nacido en Rocafonda ha deslumbrado por su desparpajo, su capacidad para decidir partidos importantes y una zurda que ya es considerada una joya. Con 16 goles y 21 asistencias en 52 partidos, su impacto en el Barça y en la selección española lo han colocado como uno de los máximos aspirantes al Balón de Oro.

Su influencia en momentos clave, como las semifinales de la Champions League o los Clásicos ante el Real Madrid, han elevado su figura. Incluso el propio Rodri, vigente ganador del galardón, le auguró un futuro dorado en la última gala. "Sigue así, estoy convencido de que lo ganarás pronto", le dijo.

La tensión con Raphinha agita la pelea por el trono

Sin embargo, el camino hacia el Balón de Oro no está despejado para Yamal. Su compañero de equipo, Raphinha, ha tenido una temporada de ensueño y amenaza con arrebatarle el protagonismo. El extremo brasileño ha sumado 38 goles y 23 asistencias en 60 partidos, siendo clave tanto en la liga local como en la Champions, donde lidera las tablas de goleadores y asistencias con 13 y 8 respectivamente.

Fuentes cercanas al vestuario azulgrana aseguran que la competencia entre ambos ha generado cierta fricción. Aunque comparten colores y objetivos, la lucha por el Balón de Oro ha despertado una tensión natural entre dos futbolistas que buscan brillar por encima del otro. La rivalidad ha sido evidente en partidos recientes, donde se han dado miradas desafiantes y gestos de inconformidad al ser reemplazados o al no recibir el pase esperado.

La situación recuerda a otras rivalidades internas históricas, donde el talento compartido terminó generando presión adicional. En este caso, la juventud de Yamal y la madurez de Raphinha podrían chocar dentro de un proyecto liderado por Hansi Flick, que ha sabido sacar lo mejor de ambos hasta ahora.

El desenlace podría definirse en los próximos partidos clave. Si Lamine Yamal logra brillar con España en la Nations League, especialmente en la semifinal ante Francia, donde se reencontrará con Dembélé, su principal rival externo, daría un paso firme hacia el galardón. Pero si Raphinha mantiene su racha en la Champions League y en el Mundial de Clubes con el Barça, el Balón de Oro podría volver a tener un nombre brasileño.

La carrera está más viva que nunca y, aunque juegan en el mismo equipo, solo uno podrá alzar el premio individual más deseado del fútbol.