Boca Juniors hizo oficial este lunes el regreso de Miguel Ángel Russo como nuevo entrenador del primer equipo, en reemplazo de Fernando Gago, con la misión urgente de preparar al club para el Mundial de Clubes 2025, que se disputará este mes en Estados Unidos.

“Bienvenido a casa, Miguel”, publicó el club en sus redes sociales, acompañando el anuncio con imágenes históricas del DT, incluyendo una levantando la Copa Libertadores 2007, la última que conquistó el club, también con Russo en el banquillo.

Tercera etapa con un objetivo claro

A sus 69 años, Russo inicia su tercer ciclo como técnico de Boca, tras cerrar la semana pasada su etapa en San Lorenzo. Su primer paso por La Boca fue entre 2006 y 2008, con la histórica consagración en la Libertadores como gran hito. Volvió en 2020-2021, ganando la Superliga 2019-2020 y la Copa de la Liga Profesional, además de alcanzar las semifinales continentales.

"Estoy muy contento porque sé lo que es Boca, sé lo que vamos a competir, y estar acá es una alegría muy grande", expresó Russo durante su presentación.

"Boca lo tiene merecido por su grandeza. Ojalá Dios me dé la posibilidad de competir al máximo nivel", agregó sobre el Mundial de Clubes, donde el equipo enfrentará a Benfica (16 de junio), Bayern Múnich y Auckland City.

Russo, Riquelme y un vestuario golpeado

El regreso del entrenador se da en un contexto complicado: Boca viene de ser eliminado tempranamente en la repesca de la Libertadores y cayó en cuartos del Torneo Apertura ante Independiente. Además, el mal desempeño ha generado tensión con la hinchada, que ha mostrado su descontento con silbidos e insultos hacia jugadores y dirigentes.

Juan Román Riquelme, actual presidente del club y figura clave en la relación con Russo, lo recibió con afecto:

"Esta es su casa. Nos ha dado muchas alegrías".

Ahora, con un plantel golpeado y el orgullo herido, el club deposita su confianza en Miguel Ángel Russo para volver a competir con grandeza en el escenario más exigente del fútbol internacional.