“Si me enfoco en el trofeo, me puede ir mal”

En medio de los rumores y expectativas que lo rodean, Lamine Yamal dejó en claro que no piensa obsesionarse con el Balón de Oro. En una entrevista para El Partidazo de la emisora COPE, el joven talento del Barcelona reflexionó sobre la presión que podría generarse si se enfoca únicamente en conseguir el galardón.

“Me guardo para mí el mejor jugador del año. No pienso en si voy a ganar el trofeo. Me irá mal si empiezo a pensar que necesito ganarlo. Solo pienso en jugar, en ganar, y si tiene que llegar, llegará. Si el próximo año gano la Champions y el Mundial, pues llegará. Se trata de disfrutar y dejar que las cosas pasen cuando tengan que pasar”, explicó el atacante.

Críticas al enfoque del Balón de Oro y elogios al Barça

Yamal también cuestionó el hecho de que algunos premien más los títulos que el rendimiento individual: “El premio es al mejor jugador del año. Yo quiero que ganemos el jueves, pero gane quien gane, yo votaría al mejor del año. Porque si a mí o a Dembélé nos pasa algo ese día, ¿entonces a quién votas? ¿A otro que juegue el domingo la final?”, reflexionó.

El jugador de la selección española se mostró firme sobre su fidelidad al Barcelona: “Es imposible que juegue en el Real Madrid”, afirmó. Además, pidió más confianza al entorno culé: “Estamos mejorando, pero necesitamos creérnosla. Cuando el Madrid perdió contra el Arsenal, todos pensaban que podían remontar. Pero si nosotros empatamos con el Inter, ya dudan. Eso tiene que cambiar”.

Sus favoritos de la temporada

Tras la eliminación del Barcelona en semifinales de la Champions League ante el Inter de Milán, y la derrota del club italiano ante el PSG en la final, Yamal eligió a los mejores de la temporada. Señaló a Luis Enrique como el mejor entrenador, Gianluigi Donnarumma como arquero destacado, Willian Pacho como mejor defensa, y a sus compañeros Pedri y Vitinha como mejor mediocampista y delantero, respectivamente.

Con madurez, claridad y lealtad, Lamine Yamal demuestra que su camino hacia la élite está guiado por el trabajo y la convicción, no por la obsesión con los premios.