​El clásico sudamericano entre Argentina y Brasil, disputado en el estadio Monumental de Buenos Aires, estuvo marcado por una contundente victoria de la Albiceleste por 4-1 y por tensos enfrentamientos entre jugadores, destacando el protagonizado por Raphinha y Emiliano "Dibu" Martínez.​

Incidentes durante y después del partido

Previo al encuentro, Raphinha había realizado declaraciones provocadoras, asegurando que Brasil le daría una "paliza" a Argentina . Estas palabras no pasaron desapercibidas y, tras la derrota brasileña, las tensiones se hicieron evidentes.​

Al finalizar el partido, mientras los jugadores se dirigían a los vestuarios, Raphinha fue empujado intencionadamente por Emiliano Martínez. Este acto desencadenó un intercambio de palabras entre Raphinha y Leandro Paredes, lo que llevó al extremo brasileño a confrontarlos. Sin embargo, su compañero Endrick intervino rápidamente para contenerlo y evitar que la situación escalara.

Durante el encuentro, Martínez también protagonizó acciones provocadoras, como realizar malabares con el balón en su propia área, lo que generó reacciones tanto en el público como en el cuerpo técnico argentino.

Reacciones posteriores

Tras el encuentro, Martínez criticó las declaraciones previas de Raphinha, indicando que "este chico necesita un poco de educación" . Por su parte, el seleccionador argentino, Lionel Scaloni, restó importancia a las palabras del brasileño, señalando que entendía la situación y que no creía que Raphinha tuviera la intención de ofender .​

Este episodio refleja la intensidad y la histórica rivalidad entre ambas selecciones, donde las emociones suelen estar a flor de piel tanto dentro como fuera del campo.