La "gran apuesta" de la Conmebol es llevar el mundial femenino de 2027 a Brasil, según dijo el presidente de este organismo, Alejandro Domínguez, en declaraciones a EFE en la ciudad australiana de Sídney.

"Brasil se lo merece", dijo Domínguez, al insistir en que este país sudamericano "tiene todas las condiciones logísticas, (como los) estadios y sobretodo (tiene), el calor del pueblo brasileño, que es tan cercano y tan divertido".

Domínguez hizo hoy estas declaraciones en la inauguración oficial del espacio para los amantes del fútbol "Conmebol, footsteps of passion" (pasos de pasión) que se ha instalado en una zona céntrica de Sídney, en el marco del Mundial de Fútbol Femenino Australia- Nueva Zelanda, que se celebra entre el 20 de julio y el 20 de agosto.

Este torneo en el que participan tres selecciones sudamericanas (Brasil, Argentina y Colombia) es una oportunidad única para redoblar la campaña en favor de que el gigante sudamericano sea la sede del próximo mundial en una reída competición.

Además de Brasil aspiran a ser la sede del Mundial de 2027 el trinomio Alemania, Bélgica Países Bajos, así como Sudáfrica, por un lado, y Estados Unidos junto a México, por otro.

Pero Domínguez afirmó que nadie puede negar el legado futbolístico de Brasil en "el contexto del fútbol mundial", al recordar que a nivel de las competiciones femeninas la "canarinha" se coronó campeona de la reciente la Copa América 2022.

No obstante, a Brasil- al igual que a cualquier país sudamericano- la Copa del Mundial Femenino le ha sido esquiva, por lo que Domínguez prometió trabajar para impulsar la práctica de este deporte a nivel de las féminas y hacer que "algún día" ese codiciado trofeo se exponga en la "vitrina" de la Conmebol.

En este sentido, una de las inversiones que Domínguez ensalzó fue el incremento de la bolsa para la Copa Libertadores Femenina de 2023, que se desarrollará en Colombia y - que según dijo Domínguez - "que a partir de este año traerá como tres millones de dólares al equipo de campeonas".