Un cambio reglamentario que obliga a extremar precauciones

El Real Madrid afronta su compromiso copero ante el Talavera con una amenaza poco visible, pero potencialmente grave. No se trata de una lesión ni de una sanción, sino de una modificación clave en el Reglamento de Competiciones de la RFEF que afecta directamente al uso de jugadores del filial durante los partidos oficiales.

Desde esta temporada 2025-26, la normativa ya no establece un mínimo de futbolistas del primer equipo en el campo, sino un máximo de jugadores que no pertenecen a la plantilla de la categoría en la que milita el club. Un matiz que cambia por completo el escenario y que exige máxima atención por parte del cuerpo técnico.

Del mínimo al máximo: la nueva norma de la RFEF

Hasta la campaña pasada, los equipos estaban obligados a mantener en el terreno de juego al menos siete jugadores de la primera plantilla durante todo el partido. Cualquier circunstancia —expulsiones, lesiones o sustituciones— que dejara al equipo por debajo de ese número podía ser considerada alineación indebida.

Con el nuevo reglamento, el foco cambia radicalmente. A partir de ahora, los equipos no pueden tener en el campo a más de cuatro futbolistas que no pertenezcan a la plantilla de la categoría, tanto al inicio como durante el desarrollo del encuentro. Incluso tras una expulsión, el equipo no incurre en infracción siempre que no supere ese límite.

Franco Mastantuono, una ficha que condiciona todo

Aquí aparece el punto crítico para el Real Madrid. Franco Mastantuono, pese a entrenar y competir con el primer equipo, está inscrito con ficha del Castilla. Esto significa que, si el argentino está sobre el césped ante el Talavera, solo podrán coincidir con él otros tres jugadores del filial como máximo.

Cualquier desliz en las sustituciones, una expulsión mal calculada o una combinación incorrecta de canteranos podría colocar al club blanco en una situación de alineación indebida, con consecuencias deportivas inmediatas.

El precedente que nadie quiere repetir

El riesgo no es menor si se tiene en cuenta el antecedente de Denis Cheryshev en 2015, cuando el Real Madrid fue eliminado de la Copa del Rey tras alinear al jugador ruso arrastrando una sanción. Aquella noche ante el Cádiz sigue siendo una advertencia latente en el club cuando se trata de normativa federativa.

La Copa del Rey suele ser el escenario ideal para dar minutos a los canteranos, pero esta vez Xabi Alonso deberá medir cada decisión con precisión quirúrgica. Mastantuono representa talento y futuro, pero también una variable reglamentaria que obliga al Real Madrid a no cometer errores fuera del campo.