El Palmeiras vive horas decisivas en su camino hacia la final de la Copa Libertadores, y su hinchada respondió como pocas veces. En la previa del duelo de vuelta ante Liga de Quito, los fanáticos del Verdão ofrecieron un recibimiento impresionante al plantel en su llegada al Allianz Parque, dejando claro que, pese al 3-0 adverso del partido de ida, la fe y la ilusión siguen más vivas que nunca.

Una ciudad teñida de verde y esperanza

San Pablo se convirtió en una auténtica fiesta desde las primeras horas del jueves. Miles de seguidores del Palmeiras acompañaron el bus del equipo entre cánticos, banderas y bengalas que pintaron el cielo de verde. La multitud recibió a los jugadores con una atmósfera electrizante, transformando la previa en un espectáculo que reflejó el espíritu de un club acostumbrado a las gestas heroicas.

“Prepárense para una noche mágica”, había anticipado Abel Ferreira en conferencia de prensa, y los hinchas tomaron su mensaje al pie de la letra. El técnico portugués apeló al orgullo y al misticismo de su equipo, recordando que el Verdão ha superado eliminatorias imposibles en el pasado.

Con el apoyo de su afición, el equipo paulista intentará revertir el 3-0 sufrido en Quito, la peor derrota de la era Ferreira en el torneo. En aquella ocasión, Gabriel Villamil y Lisandro Alzugaray sellaron un resultado que dejó contra las cuerdas al gigante brasileño.

El poder de la dupla y un primer tiempo de ensueño

Pese a la adversidad, Palmeiras confía en su ofensiva encabezada por José ‘Flaco’ López y Vitor Roque, quienes atraviesan un gran momento. Entre ambos han participado en 31 goles en los últimos 17 encuentros, una estadística que alimenta la esperanza de una remontada épica.

En los primeros 45 minutos del duelo en el Allianz Parque, los locales dieron señales de vida gracias al tanto de Ramón Sosa, que al minuto 20 encendió la ilusión del estadio con un certero cabezazo tras una asistencia de Allan Elias. El gol devolvió la confianza al equipo y a una afición que no dejó de cantar ni un segundo.

Y justo antes del descanso, el estadio volvió a estallar. En el minuto 45+5, Bruno Fuchs marcó el segundo gol de la noche tras una jugada a balón parado perfectamente ejecutada. Un tiro libre preparado terminó con un centro al área que Vitor Roque bajó de cabeza; tras un mal despeje de la defensa, la pelota quedó servida para Fuchs, quien no perdonó y envió el balón al fondo de la red.

Todo o nada rumbo a la final

El sueño del Palmeiras es claro: darle vuelta a la historia y alcanzar la final de la Copa Libertadores, que se jugará el 29 de noviembre en el Estadio Monumental de Lima. Para lograrlo, necesitará una segunda mitad perfecta y mantener la intensidad que mostró en la primera parte.

La noche en San Pablo promete emociones intensas, fútbol de alto voltaje y, tal vez, una nueva página épica para un club que se niega a rendirse.