La Säbener Straße, centro de entrenamiento del Bayern de Múnich, fue escenario de una de las mejores noticias que el fútbol alemán podía recibir: Jamal Musiala ha vuelto a tocar el balón. Cuatro meses después de la gravísima lesión sufrida en su tobillo izquierdo, el mediapunta alemán completó sus primeros ejercicios de pase y coordinación, una señal alentadora de que su recuperación avanza más rápido de lo previsto.

El jugador de 22 años, considerado una de las joyas más brillantes del fútbol europeo, sufrió una fractura de peroné y luxación de ligamentos durante un brutal choque en el Mundial de Clubes frente al PSG, una lesión que conmocionó tanto al vestuario bávaro como al fútbol internacional. Desde entonces, su ausencia se hizo sentir en un equipo que perdió buena parte de su creatividad ofensiva.

Una recuperación que roza lo imposible

La vuelta de Musiala supone un impulso anímico para el conjunto dirigido por Vincent Kompany, que atraviesa semanas irregulares en la Bundesliga. El Bayern, que viene de empatar 2-2 ante el Union Berlín gracias a un gol salvador de Harry Kane en el minuto 92, ha mostrado dificultades para dominar los partidos con la autoridad habitual, especialmente tras la baja de su joven estrella.

Desde su lesión, el técnico belga se ha visto obligado a reconstruir el ataque, probando distintas variantes con Luis Díaz, Nicholas Jackson y Kane como referentes, pero sin encontrar la chispa que Musiala aporta entre líneas. Su regreso, aunque paulatino, podría devolverle al equipo esa dosis de desequilibrio y creatividad que tanto extraña.

El propio jugador, junto al cuerpo médico, ha insistido en que el proceso será “paso a paso”, sin prisas ni riesgos innecesarios. Aunque las previsiones más optimistas apuntan a una reaparición en diciembre, el objetivo principal es que Musiala vuelva al 100% para competir al máximo nivel.

El Bayern respira, Alemania sonríe

Más allá del Bayern, la noticia tiene repercusión nacional. En Alemania, donde Musiala es visto como el futuro de la Mannschaft, su regreso es motivo de alivio y esperanza. La federación alemana sigue de cerca su evolución con la mirada puesta en el próximo gran torneo internacional.

El club bávaro también celebra la recuperación de Alphonso Davies, otro de los pilares que se encuentra en la fase final de su rehabilitación. Si ambos regresan antes del cierre del año, Kompany podría contar con dos de sus piezas más determinantes justo a tiempo para la recta decisiva de la temporada.

Después de meses de incertidumbre, la sonrisa de Jamal Musiala sobre el césped parece anunciar que el milagro está a punto de completarse.