En un giro sorprendente que pocas veces se comenta en la élite del fútbol, los principales aspirantes a la Bota de Oro europea parecen tener un nuevo competidor… y no viene de las cinco grandes ligas ni de un club mediático. El nombre es el de Darko Lemajic, delantero serbio del FK RFS de la Liga de Letonia, quien está liderando la tabla de goleadores con cifras que hacen mirar atrás a gigantes como Mbappé o Haaland.

¿Qué está pasando?

• Mbappé suma 13 goles en LaLiga hasta la fecha, una marca excelente pero que no le garantiza estar al frente.
• Haaland, en paralelo, también registra 13 en la Bundesliga, tras su doblete más reciente.
• Sin embargo, Lemajic está disparado: en la Virslīga ya aparece como máximo goleador con al menos 23 goles en la temporada para su club letón.
• ¿Por qué importa esto? Porque la Bota de Oro calcula los goles según coeficientes de liga:
  • Ligas de primer nivel (España, Inglaterra, Alemania, Italia, Francia): goles × 2.
  • Ligas de rango medio: goles × 1,5.
  • Resto de ligas menores: goles × 1.
    En ese sentido, aunque Letonia tenga menor coeficiente, la diferencia numérica de Lemajic le coloca muy alto en la pelea.

¿Quién es Lemajic?

• Nacido el 20 de agosto de 1993 en Belgrado, Serbia. 
• Mide 1,99 m, juega como delantero centro clásico.
• Tras una carrera discreta por Serbia, Bélgica y clubes modestos, recaló en el FK RFS donde ha explotado goleadoramente.
• En 2025 ya era el máximo artillero de la Virslīga, lo que le da mayor visibilidad que en años anteriores. 

¿Por qué nadie habla tanto de él?

• Porque juega en una liga de menor categoría: la Virslīga de Letonia no tiene el impacto mediático de la Premier, LaLiga o la Bundesliga.
• Porque el sistema de coeficientes le resta visibilidad frente a los goleadores de las grandes ligas (sus goles se valoran con ×1).
• Y porque en el fútbol global, muchos focos están puestos en Mbappé, Haaland o Kane, olvidando que la consistencia goleadora puede venir en formatos inesperados.

¿Qué significa esto para la Bota de Oro?

Aunque los goles de Lemajic tengan menos peso (×1) que los de Mbappé o Haaland (×2), su volumen hace que esté realmente en la conversación. Si mantiene el ritmo, podría acabar al frente, o al menos obligar a que sus rivales directos no se relajen.

Y para el aficionado cínico (como me gusta ser): esto recuerda que en el fútbol, no todo lo que importa se ve en los grandes estadios. A veces la sorpresa viene de donde menos lo esperas.