A sus 40 años, Cristiano Ronaldo no solo sigue vigente dentro del terreno de juego, sino también en los libros de historia financiera del deporte. El astro portugués se ha convertido oficialmente en el primer futbolista billonario, un hito que lo coloca en un selecto grupo de atletas que han alcanzado semejante fortuna, según informó Bloomberg.

El informe detalla que el contrato que une a Ronaldo con el Al-Nassr de Arabia Saudita representa uno de los acuerdos más lucrativos jamás firmados por un deportista, con cifras que superan cualquier registro previo en el fútbol profesional. Su salario anual, que combina ingresos deportivos, derechos de imagen y acuerdos comerciales, lo posiciona como el atleta con el sueldo más alto del planeta.

Una fortuna construida dentro del campo

A diferencia de otras leyendas deportivas que cimentaron su riqueza fuera del terreno de juego, Cristiano Ronaldo ha forjado la mayoría de su patrimonio gracias a sus salarios y bonificaciones obtenidas en clubes como Manchester United, Real Madrid, Juventus y ahora en el Al-Nassr.

De acuerdo con Bloomberg, esta es la principal diferencia que distingue al portugués de figuras como Roger Federer o Michael Jordan, quienes alcanzaron el estatus de billonarios principalmente gracias a inversiones y contratos publicitarios post-retiro. En cambio, la mayor parte de los ingresos de Ronaldo proviene directamente de su rendimiento deportivo y de sus contratos en activo, lo que lo convierte en un caso único dentro del deporte mundial.

El medio también destaca que el cinco veces ganador del Balón de Oro ha sabido diversificar sus ganancias sin abandonar su rol como jugador, aprovechando acuerdos con marcas globales y su propia línea de negocios bajo la marca CR7, que abarca ropa, perfumes y gimnasios.

El legado de un imperio deportivo

Aunque Cristiano Ronaldo no ha anunciado cuándo pondrá fin a su carrera profesional, sí ha dejado entrever su deseo de retirarse en el Al-Nassr y continuar vinculado al fútbol desde otro ámbito: el empresarial. El portugués ha manifestado su interés en adquirir participaciones en clubes deportivos, siguiendo el modelo de David Beckham con el Inter Miami.

Además, parte de sus inversiones ya están orientadas al crecimiento del fútbol saudí, donde ha contribuido a elevar el nivel mediático y económico de la liga.

El informe de Bloomberg concluye que el caso de Ronaldo no solo refleja el impacto global del fútbol moderno, sino también el modelo de éxito de un deportista que ha sabido transformar su talento, su disciplina y su marca personal en un verdadero imperio financiero.