Llegan provocaciones para el Barcelona desde Newcastle
El FC Barcelona no solo enfrenta críticas por su irregular arranque en la Champions League, sino también provocaciones inesperadas desde el norte de Inglaterra. Durante la derrota del Athletic Club frente al Newcastle United (2-0) en St. James’ Park, los cerca de 3.000 aficionados bilbaínos desplazados protagonizaron una escena peculiar: celebraron con euforia los goles del Brujas al Barcelona.
Mientras el conjunto dirigido por Ernesto Valverde sufría su tercera derrota europea de la temporada, las gradas rojiblancas estallaron cada vez que el Club Brujas anotaba ante los dirigidos por Hansi Flick en Bélgica. El empate 3-3 del Barça fue proyectado en el videomarcador del estadio inglés, y los cánticos irónicos de los hinchas del Athletic no tardaron en llenar el recinto.
Las imágenes, captadas por varios medios españoles, mostraron a la afición bilbaína festejando con sarcasmo cada gol belga, en una clara muestra de la rivalidad que aún persiste con el Barcelona, especialmente después del mediático caso Nico Williams, que mantuvo a ambos clubes enfrentados durante el pasado mercado de fichajes.
Una rivalidad que trasciende el marcador
Mientras Valverde busca soluciones a un Athletic que no encuentra rumbo en Europa, su afición parece haber encontrado un consuelo curioso: la crisis azulgrana. En una noche gris para los vascos, los seguidores rojiblancos encontraron motivos para sonreír viendo tropezar al equipo culé.
El episodio refleja que, incluso lejos de España, las viejas heridas entre ambas aficiones siguen abiertas. A pesar de no marcar ni un solo gol en Inglaterra, los aficionados del Athletic corearon los tantos del Brujas como si fueran propios, convirtiendo St. James’ Park en una especie de “San Mamés improvisado”.
El Barça, entre la frustración y la magia de Lamine Yamal
En paralelo, el Barcelona volvió a dejar escapar puntos valiosos en su visita al Jan Breydel Stadium. El conjunto de Flick mostró nuevamente graves problemas defensivos, a pesar de la brillante actuación de Lamine Yamal, autor de un gol y protagonista en el empate final.
El joven extremo catalán, que recuperó sensaciones tras semanas complicadas por molestias físicas, fue el alma ofensiva del equipo. Su desborde, velocidad y visión evitaron la derrota en un partido que evidenció la falta de solidez del bloque blaugrana.
El empate deja un sabor amargo: el Barça pudo escalar en la tabla de la fase liga, pero la fragilidad defensiva volvió a pasar factura. Y mientras el equipo intenta reencontrarse en el campo, las burlas de la afición del Athletic desde Newcastle son un recordatorio más de que la crisis culé no pasa desapercibida ni fuera de España.




























