El 19 de noviembre de 2005, Ronaldinho, estrella del FC Barcelona, brindó una actuación memorable en el estadio Santiago Bernabéu, hogar del Real Madrid. 

En aquel Clásico, el Barcelona se impuso con un contundente 3-0, destacando dos goles del brasileño que dejaron una huella imborrable en la historia del fútbol.

El primer gol de Ronaldinho llegó tras una impresionante carrera desde el medio campo, superando a varios defensores antes de definir con precisión. 

El segundo tanto fue similar, mostrando su habilidad para desbordar por la banda izquierda y vencer al portero con un disparo cruzado.

Lo más sorprendente de aquella noche fue la reacción de los aficionados madridistas. Tras el segundo gol de Ronaldinho, muchos se pusieron de pie y aplaudieron al jugador rival, un gesto inusual en el Bernabéu que reflejaba el reconocimiento a la genialidad desplegada en el campo.

Esa temporada, el Barcelona, bajo la dirección de Frank Rijkaard, conquistó La Liga y la Liga de Campeones de la UEFA, con Ronaldinho jugando un papel fundamental en ambos títulos.