El campeón, fuera en Q1 por primera vez en años

Max Verstappen vivió un auténtico infierno en Interlagos. El tricampeón del mundo quedó eliminado en la Q1 por primera vez desde 2021, sellando un sábado desastroso para Red Bull Racing. Su RB21, lleno de ajustes experimentales, no respondió en ningún momento y lo dejó en una inédita P16 que terminó siendo aún peor: el equipo decidió cambiar la unidad de potencia, lo que lo obligará a salir desde el pitlane en la carrera del domingo.

El neerlandés se mostró frustrado durante toda la sesión. “No tengo agarre, el coche está roto”, se le escuchó decir por radio, mientras intentaba sin éxito encontrar ritmo en el sector medio. Su compañero Yuki Tsunoda tampoco se salvó: finalizó 18º, confirmando que Red Bull está viviendo su fin de semana más difícil de la temporada.

Red Bull cambia motor y paga las consecuencias

Horas después de la clasificación, la FIA confirmó que el equipo había reemplazado componentes clave de la unidad de potencia de Verstappen, una decisión que implica sanción automática de pitlane. La maniobra fue una admisión pública de fracaso. Según medios neerlandeses como De Telegraaf, Red Bull abandonó el experimento aerodinámico que había intentado en clasificación, convencido de que los ajustes “arruinaron por completo el equilibrio del coche”.

A su lado en el fondo de la parrilla estará Esteban Ocon, quien también cambió su motor. En contraste, jóvenes como Franco Colapinto y Gabriel Bortoleto aprovecharán el caos para escalar posiciones.

Sin ritmo ni confianza: el campeón duda de sí mismo

El desastre brasileño llega tras un fin de semana complicado en México, donde Verstappen apenas pudo rescatar un tercer puesto. En Interlagos, la mala racha continuó: terminó sexto en la carrera sprint y reconoció públicamente que “ya no piensa en el campeonato”. Con Lando Norris a 39 puntos de distancia, el panorama luce cada vez más oscuro.

El neerlandés todavía recuerda su remontada épica de 2021, cuando pasó del puesto 17 al 1 bajo la lluvia. Pero esta vez, ni el clima ni el coche parecen de su lado. Su tono resignado tras la clasificación dejó claro que Red Bull ha perdido el rumbo justo cuando más necesitaba estabilidad.

¿Renacer o caída libre?

Para Verstappen, Brasil podría marcar un punto de quiebre. Si no logra sumar puntos importantes, McLaren y Ferrari podrían dejarlo fuera de la lucha matemática por el título antes de la penúltima cita del año. La esperanza se reduce a una sola palabra: remontar.

Pero el Max que dominaba con autoridad ahora parece atrapado entre la frustración y la impotencia. Su Red Bull RB21, antes símbolo de perfección, hoy es un rompecabezas sin solución. Y mientras el paddock se pregunta qué salió mal, el campeón se enfrenta a su mayor desafío: levantarse del KO técnico más duro de su carrera.