Una temporada lejos del guion esperado

El debut de Lewis Hamilton con Ferrari no ha sido el soñado. Ni para él, ni para la Scuderia, ni para los tifosi. En 20 carreras, el siete veces campeón del mundo no ha logrado subir al podio ni una sola vez, y su mejor resultado ha sido un cuarto puesto repetido en Ímola, Austria, Silverstone y Austin. Un registro impropio de su talento y de la historia de Maranello.

A la frustración deportiva se suma la comparación con Charles Leclerc, quien ha sido claramente superior a lo largo de la temporada. Pese a ello, Hamilton conserva el consuelo de su victoria en el Sprint de China, el único destello de alegría en un año irregular. Con contrato vigente hasta finales de 2026, muchos ya especulan con que Ferrari podría no renovarlo, aunque desde el entorno del británico prefieren mirar hacia adelante.

Rumores que no mueven su fe

Medios como ESPN y Corriere della Sera han alimentado la versión de que la escudería italiana estudia una posible salida de Hamilton y hasta baraja nombres como George Russell como hipotético sucesor. Sin embargo, el piloto de Stevenage mantiene la calma. En declaraciones a Ferrari Magazine, aseguró que entiende el proceso de adaptación y pidió tiempo:

“Roma no se construyó en un día. Alinear nuestras marcas fue algo enorme, pero requiere trabajo. Todo el mundo espera resultados inmediatos, pero las cosas grandes toman tiempo.”

El último campeón del mundo de Ferrari sigue siendo Kimi Räikkönen en 2007, una sequía que Hamilton quiere cortar con paciencia y método. “Sólo cuando estás dentro de un equipo puedes entender cómo funciona. Yo sigo enfocado en lo que puedo controlar: mi preparación, mi trabajo con el equipo y mantener una actitud positiva”, añadió.

Equilibrio, creatividad y propósito

A sus 40 años, Hamilton también ha querido aclarar que su versatilidad fuera de los circuitos no le resta concentración. El británico combina su carrera con proyectos creativos y humanitarios, pero niega que eso afecte su rendimiento:

“Todos podemos distraernos de una forma u otra. Se trata de cómo decides usar tu energía y encontrar equilibrio. No puedes trabajar todo el tiempo; necesitas cosas que te inspiren y te mantengan animado.”

Además, destacó el papel de su Fundación Mission 44, con la que busca generar un impacto social duradero. “Tuve la suerte de conocer a Nelson Mandela, que luchó hasta su último día. Como dijo Michelle Obama, ‘cuando ellos bajan, nosotros subimos’. Liderar con propósito siempre será mi mayor desafío”, concluyó.