En una conversación con Malika Andrews en NBA Today, Victor Wembanyama trazó una línea clara entre la producción ofensiva pura y el dominio integral.

Calificó a Nikola Jokic como el mejor jugador ofensivo de la liga, pero evitó colocarlo como el número uno en general. En su lugar, la estrella de los San Antonio Spurs señaló a Giannis Antetokounmpo y Shai Gilgeous-Alexander como los mejores jugadores actuales, una batalla entre fuerzas de dos vías cuyo impacto va mucho más allá de la anotación.

El enfoque de Wembanyama refleja su inclinación por la defensa y la versatilidad, cualidades que ve en Giannis, quien cuenta con múltiples selecciones al Mejor Equipo Defensivo y un premio a Jugador Defensivo del Año mientras ancla unidades élite en Milwaukee. Incluir a Gilgeous-Alexander — recién salido de una temporada con MVP y MVP de las Finales con el campeón Oklahoma City Thunder — reconoce cómo las estrellas perimetrales que dominan ambos extremos pueden inclinar series de la misma manera que antes lo hacían los grandes interiores dominantes.

La brillantez de Jokic y el factor defensivo

Wembanyama no minimizó la grandeza de Jokic. El pívot de los Denver Nuggets promedia cerca de un triple-doble de 30 puntos esta temporada, lidera la liga en rebotes y asistencias, y es el motor de una de las ofensivas más eficientes del baloncesto. Sin embargo, los datos de seguimiento muestran que los rivales lanzan con porcentajes superiores a sus promedios cuando Jokic es el defensor principal, lo que pone de relieve una brecha defensiva.

Para Wembanyama — ya líder de la liga en tapones en dos ocasiones y un auténtico ancla como protector del aro — la defensa es central a la hora de definir al “mejor jugador”. Sus declaraciones refuerzan la idea de que ese título debe considerar ambos lados de la cancha, no solo la anotación de alto impacto.

Una joven estrella reclamando el futuro

Quizás lo más llamativo fue la seguridad de Wembanyama al afirmar que, una vez sano, espera que esa corona sea suya. Con apenas 21 años, ya suma un premio al Novato del Año, una selección al All-Star y dos títulos de líder en tapones, además de mostrar una combinación poco común de tiro de tres puntos, manejo de balón y dominio en la pintura.

Esa mezcla de confianza y producción lo perfila como uno de los grandes ejes del futuro de la liga. En un escenario poblado por gigantes como Jokic, Giannis y Gilgeous-Alexander, Wembanyama fue claro: se ve a sí mismo en el centro de la conversación sobre el mejor jugador de la NBA, dispuesto a redefinir lo que ese rol debe abarcar.