Luka Dončić hizo historia en los Lakers con 92 puntos en sus dos primeros partidos, superando a leyendas como Jerry West y Michael Jordan para lograr uno de los inicios más prolíficos en los anales de la NBA.

Su épica noche de 49 puntos ante los Timberwolves provocó una ovación de pie de entrenadores, aficionados y prácticamente todos los jugadores, excepto Austin Reaves, cuyas bromas despreocupadas en la banca fueron rápidamente notadas por medios y fans.

La broma siguió en redes sociales, donde Reaves dejó un comentario pícaro: “Mete un tiro libre” en la publicación de Dončić, burlándose de que se quedó a un punto de llegar a los 50.

JJ Redick, entrenador de los Lakers, se sumó al buen humor y contó en la conferencia de prensa que intentó conseguirle otra oportunidad para llegar a los 50, aunque su estrella no lo logró. Esta camaradería natural refleja lo cómodo que se siente Dončić en su nuevo vestuario, combinando su fuego competitivo con una química de equipo muy sólida.

Las reacciones del equipo impulsan el momento de los Lakers

Incluso LeBron James, apartado por lesión, no pudo ocultar su alegría desde la banca. Se levantó del asiento para disfrutar el espectáculo de Dončić y reír junto a sus compañeros. La conexión entre Dončić y Reaves puede ser juguetona, aunque también simboliza una plantilla unida por los objetivos colectivos y dispuesta a disfrutar los grandes momentos juntos.

El propio Reaves justificó sus bromas con una actuación notable: 25 puntos y un aporte constante durante la exhibición de Dončić.

Redick y los veteranos han creado un ambiente relajado alrededor de estas estrellas en ascenso, conscientes de que una dinámica resiliente es fundamental para las aspiraciones al título de los Lakers.

Inicio histórico eleva las expectativas

Dončić es el primer jugador en la historia de la franquicia en abrir una temporada con dos partidos consecutivos de 40 puntos, uniéndose a un grupo que en toda la liga incluye solo a MJ, AD y Wilt Chamberlain.

Con récords cayendo y la química del equipo en alza, los aficionados de los Lakers esperan ahora noches electrizantes de su superestrella eslovena y ese ida y vuelta divertido con el resto del plantel.

Cada momento, incluso un tiro libre fallado, se convierte en una experiencia de unión para Los Ángeles, un equipo que persigue la grandeza con estilo ligero pero ambición histórica.