Damon Jones compareció esta semana ante un tribunal federal en Brooklyn, enfrentando acusaciones separadas vinculadas a amplias investigaciones sobre apuestas ilegales. Los fiscales lo acusan de haber obtenido ganancias mediante partidas de póker amañadas que buscaban aprovecharse de jugadores desprevenidos.

Además, enfrenta cargos por supuestamente proporcionar información confidencial sobre lesiones de estrellas de la NBA — incluido LeBron James — a apostadores deportivos que buscaban beneficiarse con datos internos. En uno de los casos citados, Jones habría enviado un mensaje de texto a un cómplice antes de un partido de los Lakers en febrero de 2023, alentándolo a apostar fuerte por los Milwaukee Bucks, basándose en el conocimiento previo del estado físico de LeBron, aún no divulgado públicamente.

Jones fue liberado bajo una fianza de 200,000 dólares, garantizada con la casa de sus padres en Texas, y con condiciones que le prohíben participar en actividades de apuestas o tener contacto con figuras del crimen organizado.

Defensa legal y próximos pasos

Jones, de 49 años, se declaró no culpable de todos los cargos a través de su abogado designado por el tribunal, Kenneth Montgomery, quien mencionó la posibilidad de negociaciones de culpabilidad durante la audiencia.

El exescolta de los Cleveland Cavaliers jugó junto a LeBron James entre 2005 y 2008, y más tarde asumió roles informales como asistente técnico en los Lakers de James. Jones tiene programada otra audiencia judicial junto con otros acusados para el 24 de noviembre.

Su abogado no ha revelado detalles sobre la estrategia de defensa, aunque podría considerar la cooperación con las autoridades como parte de las negociaciones. El caso forma parte de una amplia operación del FBI contra redes de apuestas ilegales que han implicado a múltiples figuras, incluidos el entrenador de la NBA Chauncey Billups y el escolta Terry Rozier.

Impacto en la NBA y más allá

Este caso de alto perfil pone en evidencia los desafíos que enfrenta la NBA ante las apuestas ilegales y las filtraciones de información interna. Aunque LeBron James no está acusado de ningún delito, su mención en la investigación resalta hasta qué punto los intereses de las apuestas pueden infiltrarse en los entornos deportivos.

Las acusaciones plantean interrogantes sobre cómo las ligas protegen la información médica de los jugadores y preservan la integridad del juego en medio del creciente auge de las apuestas deportivas en todo el país. El proceso judicial de Damon Jones será seguido de cerca, ya que podría sentar precedentes sobre la responsabilidad de exjugadores y entrenadores involucrados en esquemas de apuestas.