GOAL
El Real Madrid está ya en las semifinales de Copa del Rey junto a Valencia, Betis y Barcelona. Los blancos eran los únicos que no debían remontar en la vuelta, y supieron hacer valer su ventaja de la ida (4-2) en todo momento en Montilivi. Impolutos ante un batallador Girona mientras la eliminatoria estuvo viva. Principalmente gracias a un Keylor Navas infranqueable, pero sobre todo a un Benzema que continúa inspiradísimo. Es el mejor Karim que ha visto nunca el Real Madrid en diez años. El que ha terminado siendo el heredero de Cristiano en la vanguardia merengue. Y en territorio de Juego de Tronos fue también el Rey Midas de los blancos. Todo lo que tocó lo convirtió en oro para los de Solari. Mágico.
🏁 FP: @GironaFC 1-3 @realmadrid (global 3-7)
— Real Madrid C.F.⚽ (@realmadrid) January 31, 2019
⚽ Pedro Porro 71'; @Benzema 27', 43', @marcosllorente 76'#Emirates | #HalaMadrid pic.twitter.com/G67xvofjFS
Fue mediada la primera parte cuando Benzema enseñó su primer truco. Un desmarque por la banda diestra acabó con el francés partiendo desde la misma línea de cal con el balón controlado. Un paso hacia el centro, una pared con Carvajal, un amago y un disparo con la izquierda desde fuera del área dibujaron un gol de tiralíneas para romper la igualdad inicial. Magistral. Y no menos bonito fue el segundo, diez minutos más tarde. Esta vez con la jugada partiendo desde la izquierda, desde dentro del área, y con un tiro cruzado con rosca que encontró un hueco indescifrable entre toda la maraña de defensores. Tocó el palo de Gorka incluso. Más ajustado, imposible. Un doblete primoroso para sentenciar la eliminatoria al paso por la caseta. El francés abría los brazos como si no entendiese nada. Le sale todo. Le contemplan 17 goles ya este curso, pero sobre todo, la sensación de que el ataque blanco está en buenas manos con este ‘nuevo Benzema’.
FINAL | 1-3 | Fins aquí l'aventura del Girona a la #Copa!
— Girona FC (@GironaFC) January 31, 2019
Hem arribat més lluny que mai i hem batut el rècord d'assistència a #Montilivi!
Felicitats, equip i afició, i gràcies per vostre suport!! 👏👏🔴⚪️#GironaRealMadrid #OrgullGironí pic.twitter.com/qb7OVkg7uY
Con el 0-2 en el marcador, el Girona estaba obligado a marcar ya cuatro goles para forzar la prórroga en los últimos cuarenta y cinco minutos. Una quimera que nunca se pudo cumplir. Solari tomó buena nota de lo que le sucedió a Zidane un año antes frente al Leganés, cuando los blancos fueron incapaces de defender un 0-1 en la vuelta en el Santiago Bernabéu, cayendo estrepitósamente con rotaciones masivas. El técnico argentino no se fio ni lo más mínimo, mostrando un equipo en Montilivi muy cercano a su once ideal, incluso con un Sergio Ramos que, como la orquesta del Titanic, no se tira nunca del barco. Una gran responsabilidad de la victoria ante el Girona fue de Benzema, también tiene su parte Keylor, pero indudablemente Solari también se merece una cuota considerable. Sólo cuando la eliminatoria estuvo solventada se dio el lujo de hacer rotaciones. De no haber sido así, y dado lo bien que estuvo el Girona en la primera parte, seguramente el guión del partido hubiera sido diferente.
No obstante, la segunda parte en Montilivi no fue ya sino un carrusel de sustituciones por parte de ambos equipos, pensando en La Liga. En el caso concreto del Real Madrid, Solari aprovechó para dar descanso a Ramos, Benzema y Vinicius, que dejaron su hueco a Nacho, Asensio y Bale, respectivamente. Pedro Porro y luego Marcos Llorente llevaron la salsa de los goles a las gradas (1-3), pero en realidad para entonces ya todos sabían cómo terminaba la película. Con el Real Madrid esperando rival en el sorteo de las semifinales de Copa después de certificar un día más que estamos ante el mejor Madrid de la temporada. Indiscutiblemente. El 7-3 global en la eliminatoria es fiel reflejo, de hecho.