Maria C. Santoro
@CoquitoSantoro
Cada día que pasa crece más y más el fútbol femenino en España. El pasado 30 de enero se dió una demostración clara de esto, cuando se enfrentaron en San Mamés Athletic Club y Atlético de Madrid por la Copa de la Reina y recibieron 48.121 espectadores.
Esta cifra es histórica para el fútbol femenino ibérico, además en toda Europa, donde solo es superada por la final de la Champions League femenina del 2012 cuando se enfrentaron en Munich el Lyon y el FFC Frankfurt ante una audiencia de 50.212 personas.
Esto significa mucho para un país que viene trabajando en hacer crecer a sus jugadoras, que luchan por conseguir la igualdad de condiciones en su disciplina, por lo que la gran respuesta de los fanáticos es un golpe a la mesa para aquellos que se niegan a aceptar que el balompié femenino profesional llegó para quedarse.
Además, es importante que todo esto esté ocurriendo en un año en el que se disputará el Mundial, torneo con el que la Selección de España Femenina sueña luego de que las chicas de la Sub17 se coronaran campeonas del mundo al vencer 2-1 a México.
Pero esto no ha llegado de la nada, ha sido una mezcla de circunstancias positivas. Fue fundamental la decisión de la federación española, quien es dueña de ambos torneos locales para mujeres, de asociarse con LaLiga para darle más exposición a ambos a través de las plataformas del torneo masculino, y a su vez crear eventos que acompañan y se complementan, cómo el derbi valenciano con la campaña “El Derby de la Igualdad”.
Por otra parte los clubes han empezado a dar poco a poco más espacio a sus equipos femeninos, y han mejorado el trato laboral para las jugadores aportando más presupuesto y contratando futbolistas de todas partes del mundo para intentar brindar el mejor espectáculo posible.
También los jugadores hombres han puesto su granito de arena en esta aventura, ya que cada vez son más los que han sido vistos como espectadores los encuentros femeninos, y muestran públicamente su apoyo a través de las redes sociales.