¿Por qué se retrasó el inicio de la final del US Open?
La esperada final del US Open entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner sufrió un retraso de media hora debido a estrictas medidas de seguridad por la presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Seguridad reforzada en Nueva York
La final masculina del Abierto de Estados Unidos estaba programada para iniciar a las 2:00 PM hora local en el Arthur Ashe Stadium, pero comenzó a las 2:30 PM debido a protocolos adicionales de seguridad. La organización explicó que la decisión buscó dar más tiempo a los aficionados para acceder al recinto tras los controles reforzados por el Servicio Secreto y otras agencias federales.
La asistencia del presidente Trump, invitado al palco de Rolex, patrocinador del trofeo, fue el principal motivo del retraso. El dispositivo de seguridad incluyó dobles revisiones, mayor presencia de agentes y la incorporación de perros entrenados en diferentes accesos al Centro Nacional de Tenis en Queens.
El clima lluvioso en Nueva York tampoco ayudó, aunque no influyó directamente en el retraso. La pista cubierta permitió que el evento siguiera adelante sin problemas. Para muchos aficionados, como Daniela y Patricia, turistas brasileñas, la lluvia fue solo una anécdota resuelta con chubasqueros de cinco dólares. Otros, como la familia mexicana De la Rosa, llegaron preparados con paraguas y buen humor, asegurando que “con tequila todo se soluciona”.
Expectativa máxima por la final
El duelo entre Alcaraz y Sinner no solo definía al campeón del US Open, sino también al número uno del ranking de la ATP. El español llegaba con la posibilidad de recuperar la cima, mientras que el italiano buscaba retenerla tras 65 semanas consecutivas en lo más alto.
Las entradas para la final alcanzaron cifras récord en la reventa. En la sección 325 del estadio, los boletos se ofrecían entre 700 y 800 dólares, mientras que los asientos más cercanos a la pista superaban los 12.000 dólares. Con capacidad para 23.000 espectadores, el Arthur Ashe volvió a confirmar su estatus como el estadio de tenis más grande del mundo.
Protestas en el entorno
La presencia de Trump no pasó desapercibida. Afuera del recinto, el grupo “Rechazar el Fascismo” convocó una protesta en rechazo al mandatario, acusándolo de fomentar la violencia y el supremacismo. Esta situación añadió un matiz político a un evento marcado históricamente por la mezcla de deporte y espectáculo.