La Juventus logró un empate de película ante el Borussia Dortmund (4-4) en su debut en la Champions League, en un duelo que parecía perdido hasta el minuto 94. Con Dusan Vlahovic como héroe inesperado, el conjunto italiano rescató un punto en casa tras una remontada que desató la locura en las gradas y dejó una noche para el recuerdo.

Vlahovic, el renacido que salvó a la Juve

La historia de la noche tuvo nombre propio: Dusan Vlahovic. El delantero serbio, que estuvo cerca de abandonar el club en verano y sin oferta de renovación, respondió con dos goles y una asistencia decisiva. Su entrada al campo cambió la dinámica de un equipo que había sufrido el primer golpe con un tanto de Karim Adeyemi en el minuto 52.

Poco después, el joven Kenan Yildiz empató con un golazo que recordó al mítico tanto de Del Piero al Dortmund en 1995. Sin embargo, la alegría duró apenas segundos: Adeyemi volvió a marcar diferencias con una asistencia a Felix Nmecha, que puso el 1-2. La reacción no tardó y en el 67’ Vlahovic firmó el 2-2 tras una gran combinación con Yildiz.

El partido se convirtió en un ida y vuelta caótico. Un error en la salida de balón permitió a Yan Couto marcar el 2-3, y minutos después una mano dentro del área terminó en penalti transformado por Ramy Bensebaini, que amplió la ventaja visitante a 2-4. El Dortmund parecía tener todo bajo control en el minuto 93.

Pero entonces apareció el espíritu combativo de la Vecchia Signora. En el 94, Vlahovic conectó un remate a centro de Pierre Kalulu para reducir la diferencia, y en el 96 sirvió un balón perfecto que terminó en el gol definitivo para sellar el 4-4. Una actuación estelar que lo reivindica ante la afición y lo coloca de nuevo como pieza fundamental en el esquema de Igor Tudor.

Un empate que se siente como victoria

Más allá del marcador, la Juventus mostró una cara distinta: resiliente, orgullosa y con un espíritu competitivo que parecía perdido en temporadas anteriores. Pese a las debilidades defensivas —ya suma siete goles encajados en dos partidos—, el equipo encontró en Vlahovic y Yildiz la chispa necesaria para no rendirse.

El Borussia Dortmund, en cambio, se marchó con la frustración de haber tenido el triunfo en sus manos y de no haber sabido gestionar los últimos minutos. Con jóvenes talentos como Jobe Bellingham debutando en el torneo y Adeyemi en gran nivel, los alemanes exhibieron potencia ofensiva, pero la falta de eficacia defensiva les pasó factura.

El empate deja a ambos con sensaciones encontradas: la Juve celebró como una victoria lo que parecía una derrota segura, mientras que el Dortmund lamentó dejar escapar dos puntos históricos en una noche caótica de Champions.