Romelu Lukaku ha sorprendido al mundo del fútbol con una confesión que pocos esperaban. A pesar de haber compartido generación con íconos como Lionel Messi, Cristiano Ronaldo y Robert Lewandowski, el delantero belga ha declarado que su mayor inspiración es otro nombre ilustre del fútbol mundial: Karim Benzema.

En una entrevista concedida a La Gazzetta dello Sport, el atacante de Napoli aseguró que siempre ha admirado el estilo de juego y la evolución del exdelantero del Real Madrid, especialmente en los últimos años de su carrera. “Benzema es mi modelo. Ganó el Balón de Oro cuando muchos ya lo daban por acabado. Eso me inspira”, comentó Lukaku, que recientemente cumplió 32 años y aún tiene hambre de títulos.

Más allá de los nombres: una visión compartida con LeBron

El belga también compartió que toma motivación de figuras fuera del fútbol, como LeBron James, el astro de la NBA, quien a sus casi 40 años sigue compitiendo al más alto nivel. “La mentalidad es todo. Hay que mirar hacia adelante con ambición, como hace LeBron. La edad no te define, tu actitud sí”, añadió.

La decisión de Lukaku de destacar a Benzema por encima de Messi o Cristiano Ronaldo ha generado revuelo en redes sociales, donde los aficionados no han tardado en debatir sobre su elección. Sin embargo, el delantero tiene claro que su admiración va más allá de los trofeos: admira la resiliencia del francés, quien tuvo que esperar años para brillar como protagonista en el conjunto blanco.

Actualmente, Lukaku vive un renacer futbolístico bajo las órdenes de Antonio Conte en el Napoli, donde fue clave para conseguir el Scudetto en la temporada pasada. Su rendimiento ha mejorado notablemente tras algunos años marcados por las críticas y la inestabilidad.

Mientras tanto, su compañero y ahora excompañero Giovanni Simeone también se despide de Napoli con una historia emotiva que refleja el valor de cumplir sueños. El argentino, nuevo jugador del Torino, marcó en su debut en Champions League contra el Liverpool, precisamente en el estadio Diego Armando Maradona, donde alguna vez soñó jugar desde que se tatuó el logo del torneo con apenas 13 años.

Tanto Lukaku como Simeone representan caminos distintos, pero comparten una misma esencia: la perseverancia y el amor por el juego. Y si el primero logra seguir el camino de Benzema, quizá estemos por ver su mejor versión en los años que vienen.

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