El Manchester City consiguió este domingo una victoria clave en la Premier League ante uno de los equipos más competitivos del curso: el Bournemouth de Andoni Iraola. Sin embargo, lo que debía ser una tarde de celebración en el Etihad Stadium terminó marcada por las declaraciones de Pep Guardiola, que apuntó directamente contra el arbitraje tras una jugada polémica en el gol del empate visitante.

Guardiola explota contra los árbitros

Pese al triunfo, el técnico catalán se mostró visiblemente molesto con la actuación del colegiado Anthony Taylor, al considerar que se omitió una falta clara sobre su portero, Gianluigi Donnarumma, en la acción previa al tanto del Bournemouth.

“David Brooks le bajó el brazo a Gigi, dejándolo inestable. Le dije a Anthony Taylor que cuando nos viéramos me dijera si era falta o no. Son valientes aquí, en el Etihad son muy valientes”, declaró Guardiola con evidente ironía tras el partido.

Más allá de la jugada puntual, el entrenador amplió su queja hacia el trato que, según él, recibe su equipo de parte de los árbitros en los últimos años.

“Llevo diez años aquí y nos conocemos bastante bien. Conozco a la perfección a todos los árbitros desde hace una década, sé lo que sucede en este estadio”, lanzó con dureza el estratega catalán.

Iraola responde con firmeza

Las palabras de Guardiola no pasaron desapercibidas, y Andoni Iraola respondió con serenidad pero sin dar marcha atrás en su postura. El técnico español defendió la validez del gol de su equipo y explicó que ese tipo de jugadas son parte del juego moderno.

“No están pitando estas faltas. Presionamos al portero porque es lo que hacen otros equipos. Los goles de córner muchas veces nacen de situaciones similares. La de hoy no fue la peor”, aseguró el exentrenador del Rayo Vallecano a la BBC.

Más dudas que celebración

El City logró los tres puntos y continúa en la pelea por el liderato de la Premier League, pero las palabras de Guardiola dejaron un sabor amargo y levantaron polémica en Inglaterra. Algunos sectores de la prensa británica consideran que el entrenador catalán cruzó la línea, mientras otros interpretan sus declaraciones como una estrategia para presionar de cara a futuros encuentros.

En cualquier caso, el foco se ha desplazado de la victoria al enojo de Guardiola, quien una vez más vuelve a encender el debate sobre el arbitraje en la Premier. Y mientras los ‘citizens’ celebran, su técnico se ha colocado en el centro de una nueva tormenta mediática.