El duelo entre Manchester United y Liverpool llega en un momento delicado para Ruben Amorim, cuya continuidad al frente de los Red Devils comienza a ser tema de debate. Pese al respaldo público del copropietario Sir Jim Ratcliffe, la realidad del fútbol inglés dicta que los resultados mandan, y una derrota en Anfield podría aumentar la presión sobre el entrenador portugués.

Respaldo con fecha de caducidad

Ratcliffe declaró la semana pasada que Amorim necesita “tres años para construir un proyecto sólido”, una frase que sonó a voto de confianza. Sin embargo, el propio técnico fue el primero en admitir que no hay garantías de tiempo en un club como el Manchester United. “Sé que Jim me apoya, y me lo dice constantemente, pero todos sabemos que el fútbol no funciona así. Lo más importante siempre es el siguiente partido”, aseguró el entrenador luso.

Amorim explicó que la presión que se impone a sí mismo es incluso mayor que la que viene desde la directiva o los aficionados. “Entiendo que esto lleva tiempo, pero no quiero pensar así. No quiero que el club crea que tenemos tiempo, porque eso genera comodidad. En el United, cada semana hay que salir a ganar”, declaró, consciente de que una caída ante el Liverpool podría alterar los planes de la dirigencia.

El portugués ha recibido el respaldo no solo de Ratcliffe, sino también del director ejecutivo Omar Berrada y del director deportivo Jason Wilcox, quienes le han reiterado su apoyo. Aun así, el propio entrenador reconoce que los proyectos a largo plazo rara vez sobreviven a una mala racha en clubes de la magnitud del United.

Liverpool busca aprovechar la crisis

Mientras el Manchester United navega entre la incertidumbre, el Liverpool llega con la moral alta pese a las bajas. Su técnico, Arne Slot, confirmó que el portero Alisson Becker sigue lesionado de los isquiotibiales y no podrá jugar ni esta ni la próxima semana. En su lugar, el georgiano Giorgi Mamardashvili, ex del Valencia, continuará defendiendo la meta de los ‘Reds’.

Slot espera mantener el impulso del equipo tras una serie de buenos resultados en Premier y en Europa, aunque reconoció que la ausencia de su guardameta titular complica la planificación. “Aún no está entrenando, y no estará disponible esta semana. Esperamos tenerlo de regreso antes del duelo contra el Real Madrid”, explicó el neerlandés.

El clásico entre Liverpool y Manchester United promete ser más que un simple enfrentamiento de gigantes. Para Amorim, puede significar la línea que separa la paciencia de la dirigencia de una crisis que podría costarle el cargo. Todo o nada, una vez más, en la Premier League.