Duelo de poder en Plock

El Stadion im. Kazimierza Gorskiego se vistió de gala para recibir uno de los duelos más esperados de la jornada en la Ekstraklasa. Wisła Płock, tercero en la tabla, llegaba con una racha perfecta en casa —cuatro victorias consecutivas— y con la misión de consolidarse en la parte alta. Pero enfrente tenía a un rival directo: Jagiellonia Białystok, que no estaba dispuesto a ceder terreno en su lucha por el liderato.

La primera mitad fue un pulso táctico en el que ninguno de los dos equipos logró imponer su estilo por completo. Wisła intentó adueñarse del balón y presionar alto, mientras que Jagiellonia apostó por los contragolpes rápidos. Las ocasiones fueron escasas y los porteros tuvieron una noche relativamente tranquila hasta el descanso, con el 0-0 reflejando el equilibrio de fuerzas.

Segunda parte con tensión máxima

En el complemento, el ritmo del partido se intensificó. Los cambios de Hansi Streich en el banquillo visitante (con el ingreso de Taras Romanczuk y Afimico Pululu) le dieron más profundidad a Jagiellonia, que comenzó a generar más peligro en el área rival.

La polémica llegó en el minuto 80, cuando el árbitro fue llamado por el VAR para revisar una mano en el área del Wisła Płock. Tras unos segundos de tensión, se señaló penalti a favor de Jagiellonia, lo que desató la furia de la afición local y puso el partido al borde del colapso emocional.

Pululu no perdona

El encargado de ejecutar fue Afimico Pululu, que con sangre fría definió al poste derecho y puso el 0-1 en el minuto 82. El gol cayó como un balde de agua fría para el Wisła Płock, que hasta ese momento había resistido bien. A partir de allí, el cuadro local hizo tres cambios ofensivos y se volcó en busca del empate, pero la defensa de Jagiellonia, liderada por Vital y Nene, sostuvo el resultado hasta el silbatazo final.

Impacto en la clasificación

Con esta victoria, Jagiellonia suma cinco triunfos en sus últimos seis partidos, consolidándose como uno de los equipos más en forma de la Ekstraklasa. Wisła Płock, por su parte, pierde su invicto en casa y ve frenado su impulso en la lucha por el liderato, algo que podría pesar en el tramo final de la temporada si no logran reaccionar de inmediato.

Más allá del resultado, el partido dejó claro que Jagiellonia tiene la mentalidad y la solidez defensiva para pelear por el campeonato, mientras que Wisła deberá mostrar carácter para volver a hacer de su estadio una fortaleza.