Un inicio tenso en el Atlético

El arranque de temporada del Atlético de Madrid no ha sido sencillo y la polémica rodeó a Julián Álvarez tras el empate contra el Mallorca. En aquel partido, las cámaras captaron al delantero murmurando algo en el banquillo después de ser sustituido, lo que muchos interpretaron como una queja hacia Diego Simeone: “siempre a mí”. A esto se sumaba la frustración de haber fallado un penalti y desperdiciado una clara ocasión de gol, en un contexto de números bajos para el argentino: apenas un tanto en seis partidos.

El clima se tensó aún más porque la supuesta protesta coincidió con su reciente problema físico en la rodilla. Simeone ya había advertido que el jugador no estaba al 100% y que sería dosificado en minutos, pensando en partidos clave como el derbi contra el Rayo Vallecano y el Real Madrid.

Julián aclara la polémica

Tras su brillante actuación contra el Rayo —donde firmó un hat-trick decisivo—, Álvarez habló en los micrófonos de DSports para acabar con las especulaciones:
“Lo que dijeron, la lectura de labios que hicieron, no tuvo nada que ver con lo que dije. Dije otra cosa, una mala palabra, y me enfadé conmigo mismo. Pero bueno, esto siempre pasa en redes sociales”, explicó la ‘Araña’.

De esta manera, el argentino negó cualquier enfrentamiento con Simeone y dejó claro que su malestar fue producto de la frustración personal, no de una crítica al entrenador.

Un alivio para Simeone y el vestuario

Las declaraciones de Álvarez llegan en el momento justo. Con el equipo irregular en resultados y bajo presión, el ruido externo podía haber complicado aún más el ambiente. Pero la actuación y las palabras del delantero calman las aguas y reafirman la confianza en su rol dentro del proyecto de Simeone.

Ahora, con los goles de Julián y el compromiso del grupo, el Atlético buscará reencontrarse con la regularidad en LaLiga y disipar dudas en un inicio de curso marcado por la tensión.