En una confesión que ha dejado sorprendidos a los aficionados del Barcelona, el portero polaco Wojciech Szczęsny aseguró que preferiría no disputar el próximo Clásico ante el Real Madrid, previsto para finales de octubre. Su motivo, sin embargo, no tiene que ver con la presión del partido, sino con su deseo de ver recuperado a su joven compañero Joan García, a quien considera un talento destinado a convertirse en el mejor arquero del mundo.

El veterano guardameta, con pasado en el Arsenal y la Juventus, ha asumido un rol más mentor que protagonista desde su llegada al club catalán. En una entrevista concedida al medio polaco Sport, dejó claro que su prioridad no es defender el arco azulgrana en el Santiago Bernabéu, sino ayudar a que García retome su lugar cuanto antes.

Una relación de respeto y admiración

“Vi a Joan García cuando jugaba en el Espanyol y me impresionó de inmediato”, confesó Szczęsny. “Después de entrenar tres días juntos, supe que podía contribuir en algo a su desarrollo. Tiene todo para ser el mejor portero del mundo. Si puedo ayudarle, aunque sea un poco, será un gran orgullo para mí”.

El polaco destacó que su relación con el joven guardameta es completamente transparente y basada en la colaboración. “No hay competencia por el puesto. Él sabe perfectamente cuál es mi papel aquí y yo sé cuál es el suyo. No quiero que haya dudas: Joan García es y debe ser el número uno del Barcelona”, aseguró el veterano arquero.

Lesión de García y el reto para Flick

El sueño de García, sin embargo, se interrumpió el 26 de septiembre, cuando sufrió una rotura de menisco durante un entrenamiento. El portero fue operado con éxito, pero estará de baja al menos cuatro semanas, lo que pone en riesgo su participación en el esperado Clásico ante el Real Madrid el 26 de octubre.

Desde su fichaje por 25 millones de euros procedente del Espanyol, el catalán se había ganado rápidamente la confianza de Hansi Flick y de la afición culé. Sus actuaciones habían sido clave en el arranque de temporada, hasta que la lesión lo apartó de los terrenos de juego.

Mientras tanto, Szczęsny ha tomado la responsabilidad bajo los tres palos, aunque insiste en que su objetivo principal es acompañar el crecimiento del joven arquero. “Deseo que se recupere pronto. No espero jugar el Clásico, quiero verlo ahí, demostrando lo que vale”, sentenció.

Un Barcelona bajo presión

El Barcelona viene de sufrir su primera derrota de la temporada, un doloroso 4-1 ante el Sevilla, resultado que permitió al Real Madrid arrebatarle el liderato de LaLiga. Antes del Clásico, los de Hansi Flick deberán enfrentarse al Girona el 18 de octubre, en un duelo clave para recuperar confianza.

Con la incertidumbre sobre el arco y el calendario apretado, el Clásico del 26 de octubre promete ser más que un partido: un examen de carácter para el Barça… y una lección de humildad y liderazgo para Szczęsny.