Francia sufrió, pero encontró a su capitán

La Selección Francesa se impuso 2-1 a Islandia en el Parque de los Príncipes en un duelo cargado de tensión y polémica. El error inicial de Michael Olise, que regaló el primer gol a Andri Gudjohnsen, complicó todo para los de Didier Deschamps, que debieron remar contra la corriente.

Los galos empataron justo antes del descanso, gracias a un penalti transformado por Kylian Mbappé, luego de una falta sobre Marcus Thuram validada por el VAR. El delantero del Real Madrid mantuvo la calma para superar a Elias Olafsson, arquero que había sido figura con varias atajadas clave.

En el complemento, Francia mostró mayor dominio. Al minuto 62, Mbappé volvió a ser determinante al asistir a Bradley Barcola para el 2-1. El capitán prefirió asegurar el tanto con una asistencia en lugar de buscar su propio gol, mostrando liderazgo y madurez.

Mbappé hace historia en París

El encuentro, sin embargo, no estuvo exento de drama. La expulsión de Aurélien Tchouaméni por una entrada temeraria al minuto 67 puso en aprietos al cuadro francés. Minutos más tarde, el VAR anuló lo que parecía ser el empate 2-2 de Gudjohnsen por una falta sobre Ibrahima Konaté, lo que generó protestas en la tribuna.

La gran noticia llegó al cierre: con su gol de penalti y su asistencia, Mbappé alcanzó los 52 tantos en 92 partidos con la Selección Francesa, superando así a Thierry Henry (51) y quedando como el segundo máximo artillero histórico de los Bleus. Solo tiene por delante a Olivier Giroud, con 57 dianas.

A sus 26 años, el atacante formado en el Mónaco sigue rompiendo récords a gran velocidad. En lo que va de la temporada suma cinco goles en cinco partidos, consolidándose como la figura más determinante del conjunto galo. La grada del Parque de los Príncipes, donde brilló durante años, lo ovacionó con la certeza de que pronto será el máximo goleador en la historia de Francia.