El ambiente del Estadio Monumental estaba tan cargado de emoción como el aire que envolvía Núñez, cuando Lionel Messi se vistió una vez más de héroe. Los hinchas contenían la respiración durante un partido que se diseñaba como despedida, y fue él quien puso ese broche final que solo él podría darle al momento con un gol cargado de historia nacional y personal.

¿Cuál fue el gol y cómo llegó ese instante inolvidable?

El gol llegó en el minuto 38, en el duelo frente a Venezuela, como fruto de una conexión memorable. Con la defensa vinotinto desajustada, Leandro Paredes filtró un pase exquisito hacia Julián Álvarez, quien volvió a poner el balón a los pies de Messi para que definiera sin frenos. Fue un remate con clase, con un sello propio: precisión matemática. Así marcó su presencia en lo que podría ser su último tanto en Eliminatorias jugadas en casa.

¿Y el segundo gol?

En el minuto 80, para culminar la fiesta, el genio del fútbol mundial selló su doblete al rematar a portería vacía, despidiéndose así por todo lo alto en una noche que quedará grabada en la memoria de los hinchas.

¿Qué peso añade ese doblete en contexto deportivo y emocional?

Este partido marcó su presentación número 72 en Eliminatorias con la Albiceleste, siendo la 45ª como local. Messi suma un historial demoledor en Argentina: 39 victorias, 10 empates y sólo 2 derrotas, junto a 25 goles y 14 asistencias cuando juega en su país.

Ese doblete muerde el alma con nostalgia, porque apunta a ser la despedida de su marcador en el Monumental dentro de esta competición. En ese escenario ha dejado 18 goles en 28 partidos y nunca ha perdido, acumulando 12 compromisos sin caída desde 2015.

¿Qué dejó ese momento para los recuerdos de la afición?

Más que un tanto, fue una postal de emoción. Messi, vestido con su clase insuperable, volvió a levantar al Monumental como si lo entendiera: era su hogar futbolístico, su talismán. Fans cantaron, cámaras lloraron, y el número 10 dejó la cancha con aplausos demoledores tras haber marcado contra Venezuela.