La final de la Copa Sudamericana 2025 llegó al descanso con un empate sin goles entre Lanús y Atlético Mineiro, en un primer tiempo intenso pero sin contundencia en el Defensores del Chaco, donde miles de hinchas tiñeron de granate y negro las tribunas. La igualdad parcial mantiene abiertas todas las posibilidades en un partido que promete emociones fuertes en el complemento.

El Granate, que busca su segundo título continental tras la consagración de 2013, intentó imponer el ritmo con circulación paciente y ataques por las bandas. Enfrente, el Galo apostó por presión alta y transiciones rápidas para aprovechar la potencia de su ofensiva. Sin embargo, tanto la defensa argentina como el bloque brasileño respondieron con firmeza cada vez que fueron exigidos.

Un operativo contrarreloj por la llegada de los hinchas argentinos

La previa del encuentro estuvo marcada por una situación inesperada en la frontera. Según informó el director nacional de Migraciones de Paraguay, Jorge Kronawetter, cerca de 40 buses con hinchas de Lanús llegaron con retraso a la zona limítrofe entre Clorinda (Argentina) y Puerto Falcón (Paraguay), dificultando el ingreso coordinado previsto para el operativo.

Kronawetter confirmó que, hasta el mediodía, solo 20 de los 60 autobuses habían logrado cruzar, debido a una salida tardía desde Buenos Aires. Tanto funcionarios argentinos como paraguayos trabajaron a máxima capacidad en el control migratorio conjunto para agilizar el tránsito y permitir que la mayor cantidad de aficionados pudiera llegar a Asunción a tiempo para el inicio del partido.

En paralelo, la Policía Nacional de Paraguay realizó inspecciones de seguridad a los vehículos y pertenencias de los hinchas que lograron cruzar, como parte del protocolo para evitar incidentes dentro y fuera del estadio.

La marea brasileña llega sin problemas

Mientras los simpatizantes granates enfrentaban contratiempos, la caravana brasileña avanzó con normalidad. Kronawetter detalló que por la mañana habían ingresado 66 autobuses con hinchas del Atlético Mineiro, quienes utilizaron el Puente de la Amistad, que conecta Foz de Iguazú con Ciudad del Este. Desde allí emprendieron viaje hacia Asunción, ubicada a 323 kilómetros.

Con ambos públicos ya en suelo paraguayo —unos antes y otros contra reloj—, el Defensores del Chaco presentó un ambiente imponente, digno de una final continental.

El 0-0 del primer tiempo deja todo abierto de cara al desenlace. Tanto Lanús como Atlético Mineiro saldrán en la segunda mitad a romper la paridad y escribir una nueva página en la historia de la Copa Sudamericana.