El robo de una bandera como origen del caos

Según informa TyC Sports, el robo de una bandera de Independiente de Avellaneda por parte de supuestos ultras de Universidad de Chile habría sido el detonante que desató la violenta batalla campal ocurrida la noche del miércoles en el Estadio Libertadores de América. De acuerdo con esas versiones, la pelea dejó más de 200 heridos —al menos 10 de ellos de gravedad y uno en estado crítico— además de más de 100 detenidos.

Las primeras versiones indican que la hinchada visitante habría arrebatado una bandera ubicada cerca de su sector. Esa acción, según la misma fuente, encendió la furia de los barrabravas argentinos y provocó un intercambio de agresiones con lanzamiento de butacas, botellas, bengalas, piedras e incluso inodoros arrancados de los baños.

Un operativo desbordado

De acuerdo con lo reportado, el speaker del estadio pidió a los aficionados chilenos que abandonaran la grada para evitar sanciones, pero muchos de ellos no se marcharon y comenzaron a lanzar objetos contra la parcialidad de Independiente. La Policía, según coinciden los reportes, se vio superada por la magnitud del enfrentamiento y no pudo contener la violencia de inmediato.

Cuando el sector visitante fue parcialmente desalojado, los barrabravas locales respondieron atacando a los seguidores de la U, lo que generó escenas dramáticas y de enorme preocupación en Avellaneda.

La reacción desde el campo

En medio de la conmoción, un protagonista del encuentro también levantó la voz. Felipe Loyola, mediocentro de Independiente y de la selección chilena, expresó su indignación en redes sociales:

“Lamentable situación, es una pena todo lo que sucedió hoy. No puede tolerarse este nivel de violencia, me siento destrozado, la seguridad policial no sé dónde estaba”.

El propio jugador agregó:

“Todavía no creo lo que vi hoy. Esto no es el fútbol, el deporte no es violencia”.

Una mancha en la Copa Sudamericana

Los incidentes ensombrecieron lo que debía ser una noche de Copa Sudamericana y reavivaron el debate sobre la seguridad en los estadios sudamericanos. Por ahora, las autoridades no han emitido un informe definitivo, y todo apunta a que las investigaciones continuarán para esclarecer responsabilidades y sancionar a los implicados.