A sus 38 años, Lionel Messi continúa agrandando su leyenda con la camiseta de la selección argentina. El capitán albiceleste fue clave en la goleada por 6-0 ante Puerto Rico, un partido en el que, aunque no marcó, volvió a dejar su sello con dos asistencias que lo colocan en lo más alto de la historia del fútbol de selecciones.

¿Qué récord rompió Messi esta vez?

Con sus pases de gol a Gonzalo Montiel (0-2) y Lautaro Martínez (0-6), el rosarino alcanzó 60 asistencias con Argentina, convirtiéndose en el máximo asistente histórico a nivel de selecciones nacionales. Una cifra que reafirma su dominio absoluto no solo como goleador, sino también como creador de juego.

La magnitud del récord se entiende mejor al compararlo con otros íconos del fútbol argentino. Ángel Di María, con 28 asistencias, y Diego Armando Maradona, con 26, son quienes más se acercan a Messi, aunque a una distancia considerable. Ningún otro jugador ha logrado sostener una producción ofensiva tan alta durante tanto tiempo con su país.

¿Cómo sigue reinventándose Messi a los 38 años?

El jugador del Inter Miami demuestra que su magia no depende de la liga en la que compita. Aunque alejado de la élite europea, sigue influyendo en cada partido que disputa con Argentina. Su lectura del juego, precisión en los pases y capacidad para decidir cuándo acelerar o pausar las jugadas lo mantienen como un futbolista diferencial.

Mientras Cristiano Ronaldo rompía horas antes otro récord —el de máximo goleador histórico en eliminatorias—, Messi seguía ampliando su propia colección de hitos, demostrando que la rivalidad entre ambos no entiende de edad ni de continentes.

Un legado imposible de igualar

Desde su debut en 2005, Messi ha redefinido lo que significa ser un líder en el campo. Campeón del mundo, de América y ahora también máximo asistente en la historia de las selecciones, su legado con Argentina sigue creciendo con cada partido.

En una época donde muchos de sus contemporáneos ya se han retirado, el astro rosarino continúa sumando páginas doradas a una carrera que parece no tener techo. Porque si algo ha demostrado Messi, es que los récords no los persigue él: son ellos los que lo siguen a donde vaya.