Las tácticas invisibles del fútbol: El poder de la desinformación
Rumores, vudú y teorías mediáticas: descubre cómo la desinformación se ha convertido en un juego invisible dentro del fútbol moderno.
Las supersticiones que encienden la polémica
A veces, los rumores se mezclan con la superstición. En la final de la Copa Africana de Naciones 2023, una foto del portero marfileño con un amuleto desató una ola de teorías en redes. Tras la derrota 2-1 de Nigeria ante Costa de Marfil, algunos aficionados nigerianos acusaron al rival de usar brujería. Supuestamente, no había vudú o juju. Solo fútbol. Pero bastó una imagen para encender la polémica porque en el fútbol africano hay muchos casos de brujería a favor o en contra de un equipo u otro.
La información: otro juego dentro del campo
Pero aparte del mundo de los hechizos y sortilegios, no todo se juega en el campo. Además de la táctica, la técnica y la pasión, existe otro juego, más sutil pero igual de influyente: el de la información. Controlar la narrativa, dominar los titulares y manejar los rumores puede ser, a veces, tan importante como marcar un gol.
Los equipos con poder mediático suelen aprovecharlo. Pueden usar a la prensa o a las redes para difundir rumores que busquen desequilibrar al rival. Un ejemplo reciente fue el supuesto interés del Real Madrid por Virgil van Dijk, defensor central del Liverpool. Según el periodista Fabrizio Romano, el rumor fue filtrado a un reportero del Diario AS desde el entorno del club blanco, justo antes de un partido clave entre ambos equipos. El objetivo era claro: generar incertidumbre en el vestuario inglés. Pero el intento no funcionó. Van Dijk no solo jugó concentrado, sino que anuló a Mbappé, quien apenas logró un disparo al arco.
Rumores, redes sociales y mercado de fichajes
Con las redes sociales, el fenómeno se ha multiplicado. Hoy la desinformación viaja a velocidad récord. Un estudio del MIT reveló que las noticias falsas se difunden seis veces más rápido que las verdaderas y tienen un 70 % más de probabilidades de ser compartidas.
Durante el Mundial de Catar 2022, se registraron 52 noticias falsas sobre Messi, 29 sobre Cristiano Ronaldo, 6 sobre Neymar y 2 sobre Mbappé. En el mundo del fútbol, la rivalidad entre Barcelona y Real Madrid se vive también en este terreno: como dos buques de guerra antiguos lanzándose cañonazos mediáticos.
No todos los rumores nacen del malicia. Algunos se utilizan como táctica de mercado. Difundir que un jugador está “disponible” puede atraer compradores o acelerar negociaciones. En otros casos, se filtran supuestos fichajes para la misma posición con el fin de presionar al club vendedor y bajar el precio. Incluso los jugadores participan en este juego, lanzando mensajes ambiguos en redes sociales —una foto misteriosa, un emoji, una frase críptica— para alimentar la especulación y, quizás, subir su valor. Como dijo Gary Lineker: “El 90% de las historias de traspasos son simples conjeturas con la esperanza de acertar.”
La sombra que distorsiona el deporte
La desinformación se ha convertido en parte del espectáculo, pero también en una sombra que distorsiona el deporte. Fichajes falsos, rumores inventados y teorías sin sustento distraen de lo esencial: el juego en sí. Porque al final, lo que queremos ver no son titulares engañosos, sino goles, esfuerzo y emoción genuina. Basta de rumores. Que hable la pelota y los espíritus de los grandes futbolistas del pasado.













