Terence Crawford se roba el show y destrona a Canelo Álvarez

Lo que se vivió en Las Vegas no fue solo otra pelea de boxeo: fue una reestructuración del panorama del deporte. Con más de 70,000 fanáticos llenando el Allegiant Stadium, Canelo Álvarez parecía destinado a coronar otra noche gloriosa en el fin de semana de la Independencia de México. Sin embargo, Terence “Bud” Crawford subió dos divisiones y ofreció una actuación tan brillante que convirtió el evento en su propia coronación.

Dominio de principio a fin

Desde el primer round, Crawford impuso su estilo. Con cambios de guardia, movimientos laterales y un jab quirúrgico, comenzó a desactivar el ataque de Canelo. El mexicano, conocido por su precisión y poder, se vio obligado a perseguir a un rival que siempre estaba un paso adelante. El sexto round fue el punto de quiebre, cuando Crawford plantó los pies, conectó combinaciones limpias y comenzó a marcar el rostro de Álvarez, quien lucía cada vez más frustrado.

Los jueces vieron una pelea cerrada, pero para muchos analistas la superioridad de Crawford fue más amplia. Canelo, que había dominado la división de las 168 libras durante años, lució lento, con pocas respuestas estratégicas y limitado a ataques en solitario.

La atmósfera cambió por completo

Lo que inició como una fiesta mexicana se fue transformando en un espectáculo de asombro colectivo. Los gritos de apoyo al Canelo fueron apagándose mientras los de Crawford crecían con cada intercambio ganado por el estadounidense. Cuando sonó la campana final, la multitud sabía que había presenciado algo impresionante.

Un evento que redefine el boxeo

Además de lo deportivo, esta velada fue histórica por su transmisión, eliminando el tradicional modelo de pago por evento y alcanzando audiencias globales sin precedentes. También marcó el debut de Dana White en el boxeo profesional con Zuffa Boxing, en colaboración con Riyadh Season. Este modelo de negocio podría cambiar la forma en que se comercializan las peleas a partir de ahora.

Reacciones y legado

“Esta noche fue mía”, dijo un emocionado Crawford, quien ahora tiene récord invicto de 42-0. Canelo, con clase, reconoció la derrota: “He tomado riesgos toda mi carrera. Hoy me tocó perder, pero sigo aquí”.

Crawford, ahora triple campeón indiscutido, ha asegurado su lugar en la conversación de los mejores libra por libra de todos los tiempos. Lo que hizo ante Canelo no solo fue una victoria: fue una declaración de grandeza.