Una guerra anunciada en el ring

En un video publicado en su canal de YouTube, Paul se dirigió directamente a su rival: “Tank Davis ha estado golpeando a gente de mi tamaño durante años. Ahora quiero que mantengan la misma energía cuando lo doble por la mitad. Les prometo que esta pelea no llegará a la distancia. Alguien va a quedar dormido y humillado”.

El boxeador estadounidense, con marca de 12 victorias (7 por nocaut) y una derrota, afirmó que el encuentro será una guerra, y que la presión estará sobre Davis, actual campeón ligero de la AMB con récord invicto de 30-0-1 y 28 nocauts.

“Si gano, habré vencido a uno de los mejores del boxeo. Si él gana, todos verán lo que quieren y me mandará de regreso a YouTube. Pero si pierde, toda esa imagen de tipo duro desaparecerá”, sentenció Paul.

Diferencias físicas y polémicas alrededor

El combate todavía no ha confirmado detalles como el peso pactado, los asaltos o si será una exhibición o una pelea profesional, pero lo que ya genera debate es la enorme diferencia física. Paul, con 1.85 m de altura, supera en 19 centímetros a Davis y además tiene una ventaja de alcance de 24 centímetros.

A esto se suma la disparidad de peso, ya que el excéntrico púgil se desempeña en la división crucero, mientras que Davis reina en el peso ligero. “Esta es la pelea más peligrosa de mi carrera”, reconoció Paul, “pero es contra un boxeador real, alguien que ha estado en el ring desde los cinco años. No hay excusas”.

El pleito también llega marcado por la polémica en torno a Davis, quien en julio fue arrestado por presunta violencia doméstica, aunque los cargos fueron retirados recientemente. Además, el campeón tenía programadas peleas contra Lamont Roach Jr., pero ambas se cancelaron.

Promoción encendida

En medio de los rumores sobre dopaje, Paul recalcó que el combate contará con estrictas pruebas de la USADA para disipar cualquier duda. Mientras tanto, Davis utilizó sus redes sociales para enviar un mensaje breve pero contundente: “ATL va a estar demasiado encendido”.

La mesa está servida para un choque que promete ser uno de los más mediáticos del año. Dos peleadores con estilos opuestos, dos noqueadores, y una sola certeza: “Alguien va a quedar dormido”, como advirtió Jake Paul.