La única ruta que tiene el Barcelona para fichar a Julián Álvarez
El club catalán ya analiza un camino complejo y condicionado para convertir al argentino en el heredero ofensivo tras la era de Robert Lewandowski.
El FC Barcelona mantiene a Julián Álvarez como una de sus prioridades estratégicas para reforzar la delantera a mediano plazo. El atacante argentino, hoy figura del Atlético de Madrid, encaja en el perfil que la directiva azulgrana busca para liderar el ataque en el escenario posterior a Robert Lewandowski. Sin embargo, su llegada al Camp Nou no depende únicamente del interés deportivo: existe una ruta muy específica —y complicada— que el club debe seguir para hacer viable la operación.
La voluntad del jugador, el primer paso indispensable
El punto de partida es la postura del propio Julián Álvarez. Con contrato vigente hasta 2030 y una cláusula de rescisión prácticamente inaccesible, el delantero está plenamente protegido por el Atlético de Madrid. Por ello, cualquier movimiento solo podría activarse si el futbolista manifiesta un deseo claro de cambiar de aires y presiona internamente para facilitar una salida negociada.
Aunque el argentino ha sido vinculado en reiteradas ocasiones con el Barcelona, él mismo ha insistido públicamente en que está concentrado en su presente con el conjunto rojiblanco. No obstante, en el entorno culé se considera que un cierre de temporada sin títulos para el Atlético podría reabrir el debate interno del jugador y hacerlo más receptivo a un nuevo desafío deportivo.
La economía azulgrana y el regreso al Camp Nou
El segundo factor clave es financiero. El Barcelona necesita consolidar su recuperación económica para afrontar una operación que rondaría los 100 millones de euros. En ese sentido, la reapertura total del Spotify Camp Nou, prevista para la temporada 2026-27, aparece como un punto de inflexión. Con una capacidad superior a los 100 mil aficionados y un aumento considerable en los ingresos por taquilla, el club confía en regresar a la regla del 1:1, fundamental para operar con mayor libertad en el mercado.
La directiva entiende que sin ese respaldo estructural, cualquier intento por fichar a Álvarez sería inviable, incluso considerando la liberación salarial que supondría la eventual salida de Lewandowski al final de su contrato en 2026.
Una venta obligatoria para financiar el fichaje
La tercera condición es tan clara como delicada: el Barcelona deberá vender a una de sus figuras para generar liquidez inmediata. La salida de Lewandowski aliviaría la masa salarial, pero no alcanzaría para cubrir una transferencia de esta magnitud. Por ello, el club necesitaría desprenderse de un jugador cotizado para cumplir con las exigencias del Atlético de Madrid y competir con otros gigantes europeos.
La operación, en resumen, solo podría concretarse si convergen estos tres factores: voluntad del jugador, estabilidad financiera y una venta estratégica. Mientras tanto, el Barcelona mantiene a Julián Álvarez en su radar, consciente de que es una apuesta de alto nivel… pero también de alto riesgo.



























