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Fue un monólogo de Inter y de Mauro Icardi. El local que dominó a su rival durante los 90 minutos, tuvo bajo control el partido y que terminó imponiéndose por 3-0 sobre un Hellas Verona frágil, expuesto y que no opuso mayor resistencia ante un conjunto muy superior.
No había pasado un minuto de juego cuando el delantero argentino puso el 1-0 tras una asistencia de Ivan Perisic de saque lateral, quien de paso, en el 13’, marcó el 2-0 tras un excelente control con el pecho. Y ya con el triunfo asegurado, con un rival entregado, todo fue tranquilidad, toque a primera intención, atacar e ir adelante sin preocuparse mucho atrás.
Ya en la segunda etapa, Icardi anotó el 3-0, otra vez tras un pase milimétrico de Perisic, para cerrar el marcador. Inter tuvo más opciones de gol, pero no contó con suerte y no pudo ampliar la cuenta. De hecho, en los minutos finales Verona se quedó con un hombre menos tras la expulsión de su portero Nicolas. Y Mohamed Fares se vio obligado a ponerse los guantes y atajar, incluso tapando de gran manera un remate potente de Valero.
Decimoquinta victoria para los dirigidos por Spalletti que llegarán al clásico ante Milan con el envión anímico de haber marcado ocho goles en dos encuentros.