Catalina Uribe
El Real Madrid tuvo un fin de semana de pesadilla, que comenzó con los positivos por coronavirus de Casemiro y de Eden Hazard, y que terminó con la vergonzosa derrota por 4-1 en su visita al Valencia en LaLiga.
En lo estrictamente futbolístico, el duelo en Mestalla empezó con el dominio merengue en la primera media hora de juego, que se tradujo en un remate potente de Karim Benzema que se convirtió en gol en el minuto 23.
Sin embargo, en menos de 10 minutos, la debacle de los dirigidos por Zinedine Zidane empezaría con una mano de Lucas Vázquez, la cual fue castigada con un penalti.
En los minutos más locos del partido, Thibaut Courtois atajó el cobro de Carlos Soler, cuyo rebote pegó en el palo, para que luego Yunus Musah finalmente anotara. El VAR tendría su primera participación clave al anular el tanto, por lo que el árbitro decidió repetir el cobro, que esta vez Soler sí convirtió en anotación.
Antes del descanso llegaría el 2-1, cuando el VAR mostró que el remate en propia puerta de Raphael Varane que Courtois despejó ya había pasado la línea, por lo que subía al marcador y le daba alas a los locales.
La segunda parte fue aún peor para los merengues, pues otros dos penales terminaron de sentenciar la derrota.
Primero, Marcelo derribó a Maxi Gómez, y Soler aparecería para poner el 3-1 en el marcador desde los 12 pasos. Luego, una mano clara de Sergio Ramos, que fue también revisada por el VAR, se convirtió en el 4-1 definitivo, con el que el Soler sellaría su curioso hat-trick de penaltis.
En síntesis, aunque empezó dominando, el Real Madrid se equivocó tanto que permitió el empate del Valencia, lo que lo dejó desubicado y completamente desdibujado. Incluso, lo llevó a darles varios obsequios a los locales, quienes no dejaron de aprovecharlos para ganar con contundencia el partido.
Además, ¿quién se desestabiliza tanto que sus jugadores cometen tres penaltis tan claros y termina perdiendo de una manera tan vergonzosa? Esto sin duda dejó muy preocupado a Zinedine Zidane, quien aseguró que "nos ha pasado un poco de todo, tres penaltis y un gol en propia puerta. Es difícil entender nuestro partido porque empezamos bien y tras el empate cambió todo".
¿Será que es un mal día o el reflejo de un mal momento del cuadro merengue? Eso sólo lo dirá el tiempo, pero es muy probable que Zidane le dedique mucho tiempo a esta reflexión en el parón FIFA que está a la vuelta de la esquina, pues no le conviene seguir así si aspira a retomar el liderato de LaLiga y a clasificar a los octavos de final de la Champions League.
Finalmente, cabe destacar lo hecho por Carlos Soler, quien se convirtió en la figura de los locales, recuperándose de un mal cobro inicial para conseguir algo sin duda histórico para liderar un triunfo clave de su equipo.