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El noble gesto de Ronald Araujo con un niño enfermo que soñaba con conocer a Lamine Yamal
Un gesto que emocionó a todo el Spotify Camp Nou. Ronald Araujo sorprendió a un niño con cáncer que pedía la camiseta de Lamine Yamal, en una escena que tocó el corazón del barcelonismo.
Una jornada especial en el nuevo Camp Nou
El pasado viernes, el Spotify Camp Nou abrió sus puertas por primera vez desde su remodelación, y más de 20.000 aficionados culés llenaron las gradas para disfrutar del entrenamiento abierto del FC Barcelona. Tras la sesión, los jugadores permanecieron en el campo para firmar autógrafos, lanzar balones y compartir un rato con los hinchas, en una jornada cargada de emoción y cercanía.
Entre esas escenas, una historia conmovió a todos los presentes y se volvió viral en redes. El protagonista fue Ronald Araujo, quien demostró, una vez más, por qué es uno de los jugadores más queridos del vestuario blaugrana.
“Lamine, te cambio la quimio por la camiseta”
Mientras firmaba autógrafos cerca de la zona de los banquillos, Araujo notó la presencia de un niño que llevaba una gorra de la Fundació Barça y sostenía una pancarta que decía:
“Lamine, te cambio la quimio por la camiseta.”
El mensaje conmovió al central uruguayo, quien se acercó al pequeño y le preguntó con una sonrisa:
“¿Vamos a pedirle a Lamine la camiseta?”
El niño, emocionado, asintió. Entonces Araujo lo tomó de la mano y lo acompañó hasta el vestuario del equipo para que pudiera conocer a Lamine Yamal en persona. Una vez allí, el defensor habló con el joven extremo y le pidió que saliera a saludar al niño y hacerse una foto con él.
Un gesto que refleja los valores del Barça
El momento fue grabado por las cámaras del club y compartido en las redes del FC Barcelona, donde rápidamente se volvió tendencia. La escena resume el espíritu solidario que tanto el club como sus jugadores promueven a través de la Fundació Barça, un espacio que busca generar esperanza en los más pequeños.
El gesto de Araujo no solo regaló una sonrisa a un niño en tratamiento, sino que también recordó al mundo que el fútbol puede ser mucho más que un deporte. En el nuevo Camp Nou, la emoción volvió a sentirse —y esta vez, gracias a un acto de pura humanidad.













