Hay futbolistas que no necesitan llenar estadísticas para demostrar su influencia. Su impacto se ve —y se siente— en cómo respira el equipo cuando están en el campo y en lo que falta cuando no aparecen. Franco Mastantuono, con apenas 18 años, pertenece a ese grupo selecto que altera el ritmo, el trazo y la continuidad del juego sin necesidad de monopolizar el balón. Y justo cuando el Real Madrid atraviesa uno de sus momentos más inestables de la temporada, el argentino está listo para volver.

¿Por qué Mastantuono se ha vuelto tan importante para el Madrid?

Porque su rol es menos visible, pero absolutamente decisivo. Con él, los ataques no se rompen, las jugadas no mueren en la banda y la circulación adquiere un orden que el equipo perdió en su ausencia. Su aportación no se mide en goles —solo lleva uno— sino en cómo “pega” las piezas del ataque.

Los datos sostienen la sensación colectiva:
– Con Mastantuono titular, el Madrid ganó los nueve partidos que disputó.
– En los últimos cinco encuentros sin él, los de Xabi Alonso solo celebraron una victoria.

Su fútbol libera la izquierda, ofrece líneas de pase, pide el balón sin miedo y juega con una naturalidad impropia de alguien que apenas vive su primer año en Europa. En un equipo tan exigente como el Real Madrid, esa valentía es un recurso tan valioso como cualquier estadística de impacto.

¿Qué problemas surgieron tras su ausencia?

El Madrid perdió filo por la derecha. En Montilivi, por ejemplo, el equipo progresó el 40% de sus ataques por izquierda y solo el 26% por derecha, una diferencia que evidencia un desequilibrio que no existía cuando el argentino estaba en el campo.

Esa banda se fue apagando poco a poco: menos profundidad, menos apoyos, menos rutas claras. Mastantuono no solo ocupaba espacios; los generaba. No solo aparecía; ordenaba. Su presencia forzaba a los rivales a preocuparse por una zona que, sin él, quedó prácticamente desconectada.

El cambio de dibujo también contribuyó al bache. Pasar del 4-3-3 a un 4-3-1-2 modificó alturas, responsabilidades y secuencias de ataque. Muchas de las funciones que antes recaían en él quedaron huérfanas, y el equipo perdió esa pieza que articulaba las transiciones y daba claridad en campo rival.

¿Cómo llega Mastantuono al regreso?

La mejor noticia para Xabi es que su recuperación ya está completa. Superada la pubalgia, entrena sin molestias y está a punto de volver al once.
El propio Xabi lo confirmó antes del partido ante el Girona:
“Estaba sufriendo un poco y decidimos parar; ahora entrena sin dolor y ya es uno más”.

Su regreso no garantiza un cambio inmediato ni la solución a los problemas estructurales del equipo —lesiones, salidas del Bernabéu, ajustes de sistema—, pero sí devuelve una pieza que el Madrid ha extrañado más de lo que imaginaba.

¿Por qué su vuelta llega en el momento perfecto?

Porque el Madrid necesita estabilidad, continuidad en el juego y alguien que entienda la circulación como él. Mastantuono es ese futbolista que une líneas, que acelera cuando debe y pausa cuando conviene.
Es, en esencia, un ‘arma oculta’: no aparece en los grandes titulares, pero marca una diferencia real en el funcionamiento colectivo.

Y ahora, con el calendario apretándose y los márgenes reduciéndose, Xabi recupera justo al jugador que más armonía le daba al sistema. Mastantuono vuelve en el momento clave. Y para el Real Madrid, puede ser la pieza que les devuelva el equilibrio que tanto han echado en falta.