El nombre de Lamine Yamal vuelve a estar en el centro de la polémica. Esta vez, por las declaraciones de Javier Clemente, exseleccionador español, quien puso en duda la continuidad y proyección del joven talento del FC Barcelona si no corrige ciertos aspectos de su vida personal.

Clemente, conocido por su estilo directo, aseguró en la Cadena SER que el mayor riesgo del extremo no está en su fútbol, sino en lo que ocurre lejos del césped: “Como jugador es muy bueno, pero si en su vida personal no lleva un comportamiento correcto como deportista, no va a durar mucho. Eso está claro. No van a permitírselo”.

El veterano técnico mencionó que la constante atención mediática, los vídeos en redes sociales, las polémicas sobre su edad o incluso el episodio reciente en el que un tratamiento médico de última hora provocó su baja de la selección, son señales que podrían jugar en su contra. En su opinión, el entorno del futbolista está generando demasiado ruido en un momento crucial de su formación.

Un talento brillante que ya está en el radar de todos

Más allá de las cuestiones extradeportivas, Clemente también advirtió que el impacto de Lamine en el juego podría disminuir por razones tácticas. “Hace cosas brillantes, pero los rivales ya saben cómo juega”, explicó. “Saben que es uno de los futbolistas a los que no hay que dejarle ni un metro. Va a tener marcajes y vigilancias muy especiales”.

El técnico considera que esta nueva fase, en la que los defensores lo estudian y anticipan, podría hacer que su impacto visual no sea tan espectacular como el que mostró en sus primeros meses de profesional: “No va a ser tan vistoso como lo que hemos visto hasta ahora”.

Mensaje a la Selección y al Barça: menos ruido, más gestión interna

Clemente también aprovechó para dirigirse tanto a la Real Federación Española de Fútbol como al Barcelona, después de los episodios tensos generados por la última convocatoria. Su recomendación fue clara: no convertir al joven en el centro de una batalla institucional.
“Ni el Barça tiene que enfrentarse a la Federación, ni la Federación al Barça”, sentenció. “Eso hay que llevarlo por dentro, y no convertirlo en peleas de gallos”.

La figura de Lamine Yamal, a sus 18 años, continúa generando debate. Entre quienes lo ven como la próxima gran estrella del fútbol español y quienes temen por la presión que lo rodea, una cosa parece clara: el futuro del joven crack dependerá tanto de su talento como de la capacidad de su entorno para blindarlo.