A sus 39 años, Cristiano Ronaldo demuestra que el tiempo no es un obstáculo para seguir brillando en el fútbol. Con un doblete en la victoria del Al Nassr por 1-3 ante el Al Khaleej en la Liga Saudí, el astro portugués alcanzó los 919 goles en su carrera profesional, consolidándose como el máximo goleador de la historia del fútbol. El delantero continúa ampliando una marca que parece inalcanzable y reafirma su objetivo de llegar a los 1,000 tantos antes de colgar las botas.

El encuentro no fue fácil para el Al Nassr, a pesar de la expulsión de un jugador rival en el primer tiempo. Tras muchos intentos, Ronaldo abrió el marcador en el minuto 65 con un potente disparo desde la frontal del área gracias a una asistencia de su compatriota Otavio. Aunque el Al Khaleej empató en el 80’ desde el punto penal, el equipo dirigido por Stefano Pioli respondió rápidamente. Un gol de Al Ghannam devolvió la ventaja, y Cristiano selló la victoria en el tiempo añadido con su especialidad: los penales.

El doblete no solo asegura su lugar como máximo goleador de la liga con 13 tantos, superando a figuras como Mitrovic y Benzema, sino que también mantiene al Al Nassr en la lucha por el título, aunque con una desventaja de ocho puntos respecto al liderato. Ronaldo, por su parte, continúa ampliando su legado con un rendimiento excepcional en su segunda temporada en Arabia Saudita, acumulando 83 goles y 18 asistencias en 92 partidos con el club.

Además de sus números en liga, el portugués sigue dejando atrás a su eterno rival Lionel Messi en la tabla histórica de goleadores, con una diferencia actual de 69 goles. Mientras Messi suma 850 dianas en partidos oficiales, Ronaldo no da tregua y muestra que su ambición por ser el mejor no tiene límites. Su compromiso y determinación lo mantienen como un ejemplo para nuevas generaciones y como una amenaza constante para sus rivales.

El camino hacia los 1,000 goles parece cada vez más factible para Cristiano Ronaldo, un jugador que ha redefinido lo que significa ser una leyenda del deporte. A pesar de los retos y la presión, su capacidad de marcar goles decisivos sigue intacta, convirtiendo cada partido en una nueva página de su extraordinaria carrera.