Durante el GP de España, Red Bull ordenó a Verstappen que devolviera su posición a George Russell tras salirse de la pista. Aunque inicialmente cumplió, la frustración se apoderó de él y cerró la puerta agresivamente, lo que resultó en contacto entre ambos pilotos.

Esto le valió una penalización de 10 segundos que lo hizo caer del quinto al décimo lugar en la carrera y sumó puntos de sanción a su superlicencia. Verstappen reconoció que fue un momento en el que perdió el control y lo calificó como “no aceptable”.

Subrayó cuánto le importa y que fue un error del que aprendió, asegurando que momentos como este probablemente no volverán a ocurrir.

Implicaciones para el campeonato

A pesar de estar 24 puntos detrás del líder del campeonato, Verstappen ha mantenido que el incidente en España no definirá su lucha por el título.

Afirmó que si no logra el campeonato, será por factores generales del equipo y del desempeño, y no por ese único momento. Verstappen elogió cómo Red Bull ha maximizado las oportunidades en otras carreras y sigue avanzando en la pelea por el campeonato.

Con solo dos carreras restantes, incluyendo el crucial GP de Qatar y la final en Abu Dhabi, insiste en que la temporada está lejos de terminar y que su enfoque está en ejecutar perfectamente en cada sesión.

Aprender y seguir adelante

La admisión de Verstappen es una rareza de honestidad en un deporte a menudo marcado por intensas rivalidades y escasa autocrítica. Destaca su enfoque mental hacia la competencia: esfuerzo implacable combinado con responsabilidad.

Reconocer los errores mientras mantiene confianza en su campaña general ofrece una visión de su mentalidad mientras persigue un quinto campeonato mundial consecutivo. La determinación del piloto de Red Bull de mejorar a través de los contratiempos demuestra por qué sigue siendo una de las figuras más formidables de la Fórmula 1.