Steph Curry sufrió la contusión en el cuádriceps al final del cuarto periodo durante la derrota de Golden State por 104-100 ante los Rockets el miércoles. Colisionó con Alperen Sengun en una pantalla y luego recibió contacto de Amen Thompson en un intento de carga que resultó en una falta de bloqueo.

Momentos después, otra penetración terminó con Curry haciendo una mueca de dolor antes de dirigirse al vestuario con 35 segundos restantes. Una resonancia magnética confirmó la distensión muscular, descartando daños más graves como un desgarro.

El entrenador Steve Kerr expresó alivio tras el partido, señalando la relativa levedad de la lesión en comparación con problemas anteriores de tobillo o rodilla que afectaron a Curry al inicio de su carrera. Curry había disputado 32 minutos, anotando 14 puntos con seis rebotes y cinco asistencias antes de salir. Este es su último contratiempo tras perderse tres partidos anteriormente debido a enfermedad.

Recuperación esperada y partidos que se perderá

El personal médico del equipo anticipa que Curry se perderá alrededor de una semana o un poco más, dependiendo de la respuesta al tratamiento y la progresión en los entrenamientos. Se ausentará al menos en los próximos dos partidos contra New Orleans y Oklahoma City, con un posible regreso el 4 de diciembre frente a Philadelphia.

Golden State sigue un protocolo cauteloso, aumentando la actividad antes de permitir que los jugadores vuelvan a la cancha. Los datos históricos muestran que los Warriors tienen dificultades sin él, con un récord de 92-155 en todas las ocasiones que ha estado ausente.

A sus 37 años, gestionar la carga de trabajo de Curry sigue siendo crítico dada su historia de cirugías y esguinces de tobillo. El dos veces MVP lidera la NBA con 4.7 triples por partido mientras promedia 27.9 puntos esta temporada. Su recuperación a tiempo podría estabilizar a un equipo que enfrenta uno de los calendarios iniciales más exigentes de la liga.

El desafío de los Warriors sin su estrella

Golden State se encuentra con un récord de 10-10, octavo en el Oeste, tras un prometedor inicio de 4-1 que dio paso a la inconsistencia. Kerr admitió que la ausencia de Curry altera completamente las rotaciones y el flujo ofensivo, obligando a depender de Jimmy Butler III, Draymond Green y Jonathan Kuminga.

El equipo registró 1-3 sin Curry a comienzos de año, lo que subraya su impacto insustituible. Los próximos partidos como visitante exigirán profundidad mientras los Warriors buscan escalar posiciones antes de su regreso.